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El campo bajo nieve: el temporal de nieve y el frío extremo que viene azotando a la región patagónica sur del país no da tregua. En los últimos días se han visto imágenes impactantes de cómo el clima golpeó fuerte al campo, aislando a cientos de trabajadores rurales y poniendo en peligro miles de vidas de la hacienda.

Si bien las intensas precipitaciones han mermado, aún hay nevadas aisladas en distintas zonas de la provincia de Santa Cruz. Y son -todavía- varias las estancias que están afectadas, con sus puesteros imposibilitados de salir, con poca -o casi nula- comida y sin poder calefaccionarse adecuadamente a causa de la falta de combustible para los grupos electrógenos.

En las últimas horas, La Opinión Austral conoció un caso conmovedor que magnifica la labor de los trabajadores de campo y que nuevamente pone en valor el trabajo que viene realizando el Ejército Argentino en distintos sectores del extenso campo santacruceño para auxiliar a quienes más lo necesitan.

El pasado domingo 30 de junio, desde la estancia “El Cazador”Enrique Ibáñez alertó al Centro de Operaciones de Emergencia sobre la situación de un “puestero” de la estancia “La Verdadera Argentina”, quien hace ya un mes se encontraba aislado en el lugar producto de las intensas nevadas y en las últimas horas se había quedado sin víveres y tampoco tenía combustible para encender el grupo electrógeno.

La inhóspita zona a la que llegó el Ejército a prestar ayuda al “puestero” de campo Leandro Leipichún.

El joven, identificado como Leandro Leipichún, necesitaba auxilio inmediato y el COE desplegó un operativo de emergencia con el helicóptero Bell UH1H del Ejército Argentino.

Hubo un vuelo que duró aproximadamente 30 minutos desde Tapi Aike hasta la inhóspita zona en donde se encuentra la estancia donde se requería ayuda. Debido a la inestabilidad climatológica y a la dificultad del terreno, la aeronave sólo pudo aterrizar por unos minutos.

“Era una zona muy adversa, dado que el puesto está ubicado en zona de la precordillera santacruceña”, señalaron a La Opinión Austral.

El administrador del campo, Ibáñez, le ofreció al joven estanciero Leipichún ser evacuado, pero este se negó. “No puedo dejar solos a mis seis perros”, contestó, negándose a irse de la estancia sin sus animales. “Se van a morir de hambre o frío”, añadió.

Fue así que, tras entregarle alimentos y combustible, la comitiva del Ejército se retiró con la promesa de volver al lugar en los próximos días para rescatarlos a él y a sus seis perros.

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