Ayer jueves 18 de febrero se cumplieron 19 meses del crimen de Zulma Malvar, en Puerto San Julián.
La ginecóloga que trabajaba en el hospital distrital fue salvajemente golpeada y estrangulada en su domicilio. Al día de hoy, no hay sospechosos y tampoco pruebas significativas que orienten la investigación que lleva adelante el juez Ludovico Pío Pala.
En ese marco, familiares y allegados a la doctora realizaron una nueva manifestación en el mástil central de la ciudad para pedir justicia.
La causa no ha tenido avances y solamente se está a la espera de algunas pruebas genéticas, que vienen demorando muchísimo tiempo. Las mismas giran en torno al material genético hallado en la escena del crimen: el de un hombre y una mujer, que no se sabe a quienes pertenecen.
La Opinión Austral dialogó de manera exclusiva con el hijo de Zulma, Alejandro Jodar, quien además es querellante en la causa.
Volvió a plantear que para él “hay gente que sabe algo y no lo quiere decir”, considerando que “es un lugar medianamente chico, no una gran ciudad. Acá cualquier cosa que pasa se entera todo el mundo, y ahora de este desastre nadie sabe nada. Yo no creo eso. Hay gente que tiene información y lamentablemente no la ha compartido”.
“Esperemos que esto se pueda destrabar con algún testigo o cotejos de ADN que se han pedido, que nos pueda llegar a acercar a la verdad”, agregó el entrevistado, y agradeció a todas las personas que continúan acompañándolo en las marchas.
Asimismo, consultado respecto a cómo lleva adelante la instrucción el juez Pala, respondió que “hay cosas que se hicieron bien y otras mal, tanto por parte del Juzgado y la Policía. Esto hay que reconocerlo”, aunque dijo que “no me puedo poner en el lugar de él porque desconozco la cantidad de trabajo que tiene, el personal con el que cuenta…”.
No obstante, manifestó que como querella, les hubiera gustado “un poco más de decisión en algunas cosas”, refiriéndose puntualmente a medidas de prueba que requirieron, como extracciones sanguíneas para cotejo a algunos posibles sospechosos.
“En su momento hemos pedido varias medidas de prueba y se fueron extendiendo en el tiempo porque no nos daban lugar… Es terminar litigando con el Juzgado, un trabajo doble. Buscar alguien que no sabemos quién es, y litigar… es desgastante”, resumió.
La sospecha de la querella recae sobre una persona que trabajaba con Zulma Malvar en el hospital y que en el mes de marzo 2020, antes de la cuarentena por la pandemia, se fue de la ciudad y se instaló en Buenos Aires.
“Pasaron los meses y cuando decidieron ordenarla ya no estaba más en la ciudad”, dijo Jodar al señalar que la Justicia ordenó esa extracción en julio 2020, y que aún no se obtiene. “Es todo muy engorroso, hay que requerirlo a un organismo judicial de otro lugar, y encima la pandemia llegó a complicar todo…”.
Recordó que en un primer momento también debió investigarse al entorno y que, en ese contexto, a él también le extrajeron sangre para realizar cotejos. “En su momento se hicieron varias. Hubo mucha gente que entró (a la casa, escena del crimen) y yo fui la primera, era algo que debía realizarse”.
Por lo pronto, esperan poder cotejar el ADN de la escena del crimen con el de otras dos personas.
¿Quien mató a Zulma Malvar?
“Hay cosas que se hicieron bien y otras mal, en el Juzgado y en la Policía”.
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