El coronavirus causó -y causa- estragos en todo el mundo. En Argentina son miles las muertes y en Santa Cruz son 49 las víctimas fatales. Paralelamente a la lucha que los gobiernos y el personal sanitario dan contra el virus, hay “otra pelea” que se está dando, y es en el ámbito judicial, por continuar avanzando en hechos delictivos y crímenes que deben ser resueltos.

En ese complejo escenario se encuentra el caso de Fabián Gutiérrez, el ex secretario presidencial que fue asesinado el pasado 2 de julio en su casa en El Calafate.

El Tribunal Superior de Justicia prorroga una y otra vez la feria extraordinaria por la pandemia, haciendo que los Juzgados trabajen con personal reducido y solamente en casos “importantes”. Esto, evidentemente, perjudica y retrasa a todas las causas, independientemente de su relevancia, según el criterio de cada magistrado.

Asimismo, las últimas semanas en la villa turística han sido muy complicadas. Su intendente Javier Belloni y parte de su equipo fueron diagnosticados con COVID-19. El brote en la ciudad -como en Río Gallegos- está avanzando, y ya son 141 las personas con coronavirus.

La situación epidemiológica ya paró las declaraciones testimoniales en el Juzgado del Dr. Carlos Narvarte y ahora, en un escenario aún más complejo, el panorama es -consecuentemente- mucho peor. “Desbordados”, dijo una fuente calificada consultada por La Opinión Austral sobre los últimos avances en la causa del crimen del empresario.

Carlos Narvarte, juez de El Calafate.

El caso hoy pasa por el informe que Gendarmería Nacional entregó sobre los teléfonos celulares de los tres imputados (Facundo Zaeta -19-, Facundo Gómez -20- y Pedro Monzón -18-).

Según pudo saberse, este trabajo ya está en El Calafate, pero aún no se ha notificado a las partes. Es decir, al abogado de la querella y a los representantes de los jóvenes procesados por el homicidio.

Es una medida de prueba trascendental y la más importante al día de hoy. Hay mucha expectativa en lo que surja de la desgrabación de llamadas y otros archivos analizados.
No sólo el juez y la fiscal Natalia Mercado esperan que esta evidencia aporte información valiosa a la causa, sino también la querella -representada por el Dr. Sandro Levín-, que busca confirmar la hipótesis que poseen de que más personas participaron del crimen a la hora de ocultar el cuerpo de Fabián Gutiérrez cerca de una cabaña.

También los abogados de Zaeta, Carlos Telleldín y Carlos Muriete, cuya estrategia de defensa se basa apuntar a Facundo Gómez como el autor intelectual y material del crimen, y en ese sentido sostienen sus argumentos con el presunto vínculo comercial entre él, su padre y el empresario fallecido, además de otras pruebas que lo comprometen al joven de 20 años, como por ejemplo la activación de la geolocalización de su teléfono en el paraje Charles Fuhr.

En los últimos días, Muriete presentó nulidades al juez, quien ya corrió vista a la fiscal, pero todavía no notifica a la querella ni otras partes. Los escritos hablan de la violación del secreto profesional del perito de parte, Amílcar Fleita, y de la indagatoria de Monzón, que aseguran fue coaccionado por Gómez para mentir.

Trascendió que en los próximos días, el abogado de la familia de Gutiérrez, realizará una importante presentación en el Juzgado.

 

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