Robo millonario e inédito: el 16 de abril de este año, un grupo organizado de cuatro personas saqueó la bóveda de una empresa minera en Santa Cruz y se llevó lingotes de oro y plata. El caso fue impactante. Hubo una organización clave para que el plan fuera un éxito e información desde adentro que posibilitó pergeñarlo hasta el más mínimo detalle.

A casi cuatro meses del caso, aún hoy no hay sospechosos. Los investigadores no han podido dar con los cuatro asaltantes que, sin ni siquiera empuñar una pistola o un arma blanca, se apoderaron de 14 lingotes, por un valor de más de un millón de dólares. Una cifra que, si se pasa al peso argentino, alcanza un número exorbitante, con la cotización actual de la moneda estadounidense.

La banda actuó de noche, en la sede de la empresa minera Patagonia Gold, en la estancia La Bajada, a unos 70 kilómetros de Gobernador Gregores. Con medias en sus rostros, para evitar ser identificados, redujeron a los dos vigiladores que la empresa encargada de la seguridad disponía en el predio.

EL PREDIO. Se ubica a unos 70 kilómetros de Gobernador Gregores.

Llamó la atención cómo fue que los delincuentes llegaron hasta allí: a pie, para no despertar sospechas, y por un camino alternativo, en medio del campo. Dos, tenían un hierro o una herramienta de gran tamaño, que usaron para amenazar y golpear al personal de seguridad y a los empleados. También llevaban precintos, guantes de latex en sus manos -para no dejar huellas- y una amoladora, para violentar la bóveda donde se guardaban los lingotes.

Lo que primero hicieron fue atacar al primer vigilador del predio. Luego, tras apoderarse de una camioneta, fueron hacia el sector de producción y maniataron al otro. Conocían exactamente la ubicación de ambos, y que -por protocolo- no estaban armados.

CÁMARA, OUT. Uno de ellos rompe la cámara de seguridad.

El modus operandi demostró que tenían pleno conocimiento del lugar y de las medidas de seguridad. Además, de la existencia de los lingotes, cuyo cargamento estaba listo para ser despachado al día siguiente.

Así fue el robo a la minera

La Opinión Austral tuvo acceso exclusivo a los pormenores del caso y a las imágenes que muestran cómo actuaron los delincuentes para cometer un “robo perfecto”.

En el registro fílmico y fotográfico al que tuvo acceso este multimedio se ve a dos integrantes de la banda. Ambos, con medias en sus rostros y guantes en sus manos. Uno, con un camperón de River Plate, fue el encargado de romper las cámaras de seguridad.

MEDIAS Y GUANTES. Los delincuentes cubrieron sus rostros, y evitaron dejar huellas.

Mientras reducían al personal de seguridad y empleados, atacaron también las cámaras de seguridad. Destruyeron todas. Pero quedaron backups, en los que se ve cómo actuaron aquella noche de mediados de abril. A bordo de una camioneta de la propia empresa minera, subieron el botín, y huyeron, con rumbo desconocido. El rodado fue encontrado horas más tarde en una cantera que ya no se utiliza, algunos kilómetros hacia el oeste del proyecto, rumbo a la ruta 40.

El paradero de la banda sigue siendo desconocido y si bien fuentes consultadas aseguran estar detrás de “nuevas pistas”, el caso parece estancado. Patagonia Gold ofreció una recompensa de 150 mil dólares a quien pueda aportar datos para ayudar a recuperar los lingotes y dar con los delincuentes.

¿Dónde estarán y qué hicieron con los lingotes?

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