José Honorio Ortega fue el único soldado santacruceño caído en la guerra de Malvinas, hacia donde partió con sólo 19 años para nunca más volver. Murió en combate. Su cuerpo recién pudo ser identificado en el año 2018, en el cementerio de Puerto Darwin.

Lo identificó el Equipo Argentino de Antropología Forense, mediante un estudio de ADN, pero además se lo ubicó porque entre sus restos se halló un anillo de compromiso que reconocieron sus padres.

Antes que eso, pasó décadas en una lápida común para más de cien cuerpos donde rezaba la leyenda “sólo conocido por Dios”.
Su madre, Sonia Cárcamo, fue una de las primeras en querer la identificación de su hijo.

El soldado fue identificado en 2018 por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Ella viajó a las islas y allí, tras permanecer junto a su esposo, José Ortega, parados frente a la tumba que ahora cuenta con la placa que identifica a su hijo, dijo: “Hoy, al sentarme frente a su tumba, por primera vez sentí paz y tranquilidad”.

“Cuando viajamos la primera vez a las islas y me enteré antes de salir que no había nombres en algunas tumbas, había empezado a ser medio trágico y en ese momento se decidió entre las personas ir, buscar una tumba y poner un nombre hasta que hubiera esperanza; en aquella época ni se hablaba de hacer un ADN”, había dicho entonces.

José Honorio Ortega nació en 1963 y su historia está ligada a Trelew, porque fue en esta ciudad donde pasó parte de su adolescencia y donde nacieron sus hijas Melisa y Carolina, las mellizas que no pudo conocer. Trelew tiene una calle con su nombre y su figura es recordada, al igual que las de otros chubutenses caídos en combate.

Fue el único soldado conscripto del Ejército oriundo de Río Gallegos que murió en el cruento conflicto bélico de 1982. Su deceso se produjo en el combate conocido como Darwin-Goose Green o Batalla de la Pradera del Ganso.

José Ortega y Sonia Cárcamo, padres del soldado José Honorio Ortega, y Fernando Alturria, presidente del Centro de Veteranos. Foto: Leandro Franco/La Opinión Austral

José era parte de la segunda sección de la compañía de Infantería C”, que integraban conscriptos del Regimiento de Infantería N° 25 de Sarmiento, donde estaba cumpliendo el servicio militar obligatorio. Por eso en la guerra fue integrante de la sección de 38 soldados que comandaba Juan José Gómez Centurión, enfrentándose durante horas a un grupo de 250 paracaidistas británicos.

Fue el único soldado conscripto del Ejército oriundo de Río Gallegos que murió.

Su memoria se mantiene con el bautizo que su nombre le dio a la Escuela Primaria N° 78 Soldado José H. Ortega”, ubicada en la capital santacruceña.

El año pasado, al cumplirse 40 años de su partida, sus hijas Carolina y Melisa, junto a los nietos de José, viajaron especialmente a Río Gallegos para estar presentes en el acto homenaje que se hizo en honor al soldado que falleció heroicamente.

El acto, que se realiza cada 28 de mayo religiosamente, fue uno de los más emotivos del último tiempo. Hoy también, como cada 2 de abril, José Honorio Ortega será recordado por todo Río Gallegos.

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