Mediante las letras apostólicas “Ecclesiarum Omniun”, el 10 de abril de 1961, el papa San Juan XXIII erigió la Diócesis de Río Gallegos, que abarca las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, dependiente de la Arquidiócesis de Bahía Blanca.

Parroquia Catedral Nuestra Señora de Luján – Río Gallegos, lunes 10 de abril. FOTOS: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

El 20 de noviembre de 1962, San Juan Bosco fue declarado patrono de la diócesis más austral.

En 62 años, la de Río Gallegos ha tenido seis obispos diocesanos. El primero fue el entonces párroco de la iglesia catedral, monseñor Mauricio Eugenio Magliano, salesiano de Don Bosco (sdb). Lo sucedió en la sede episcopal, nombrado por el papa San Pablo VI en 1975, monseñor Miguel Ángel Aleman, quien en aquel entonces era obispo auxiliar de la Diócesis de Viedma.

El tercer obispo fue monseñor Alejandro Antonio Buccolini, sdb, quien fue nombrado por el papa San Juan Pablo II en 1992, y el cuarto y último obispo salesiano fue monseñor Juan Carlos Romanín, sdb, quien fue nombrado por el papa Benedicto XVI en 2005.

El quinto obispo diocesano fue monseñor Miguel Ángel D’Annibale, quien había sido nombrado obispo auxiliar y luego administrador apostólico sede vacante de la diócesis, en 2013, por el papa Benedicto XVI, días antes de renunciar al Ministerio Petrino.

El sexto y actual obispo diocesano es monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, que en el momento de su elección era obispo auxiliar de la Diócesis de Lomas de Zamora. Además, en 2022, el papa Francisco nombró como obispo auxiliar a monseñor Fabián González Balsa.

El 10 de abril de 1961, el papa San Juan XXIII erigió la Diócesis de Río Gallegos

Este lunes en la catedral, presidida por García Cuerva y concelebrada por González Balsa, se realizó la misa en acción de gracias por el 62º aniversario de la diócesis, oportunidad en la que también cantaron el feliz cumpleaños con la feligresía.

“Hacemos memoria agradecida por tantos que fueron haciendo esta iglesia diocesana, no es levantando paredes solamente, sino forjando lo que es la familia de Jesús tanto en la provincia de Santa Cruz como en Tierra del Fuego, tantos religiosos, religiosas, sacerdotes, tantos laicos, catequistas, los obispos anteriores, todos fueron forjando esta diócesis”, manifestó el obispo diocesano a La Opinión Austral.

“Pensamos en la que es la responsabilidad nuestra como obispos, pero también la responsabilidad de los laicos, de los sacerdotes de hoy hacia adelante. Quienes estamos hoy tenemos que tomar lo mejor que nos dejaron quienes nos precedieron y poder, sin temor y con mucha alegría porque Jesús está vivo, pensar cómo seguir construyendo esta iglesia para que cumpla muchos años más“, señaló.

Por su parte, el obispo auxiliar González Balsa, ordenado en septiembre del año pasado, sostuvo que estos meses han sido “intensos y hermosos, de aquí para allá. Lo más lindo es hoy el 62° aniversario de la diócesis y celebrando la Pascua, hay mucha vida. Esta es una celebración de vida, no podés pedir nada más, hay mucha alegría, mucho amor, mucho futuro, mucha esperanza, todo esto encierra la vida”.

“El mensaje de Jesús en estos días es ‘no tengan miedo’ y por otro lado, ‘alégrense’. Como iglesia diocesana no tenemos que tener miedo a lo que es el protagonismo de los laicos, sabemos que cada vez son menos sacerdotes y eso no nos tiene que desesperar, sino que nos tiene que hacer pensar en un nuevo modo de hacer iglesia. Al mismo tiempo, no tener miedo significa trabajar juntos y no vivir añorando el pasado, porque el pasado ya no va a volver, sino desafiados a ser iglesia en el mundo de hoy, todos juntos como familia”, marcó García Cuerva.

“Los desafíos son muchos, una iglesia que camina nunca agota los desafíos. Me gusta detenerme en que sean muchos desafíos y muy variados, eso conlleva mucha esperanza y muchas ganas, invito a la comunidad a sumarse a este deseo profundo, es muy lindo lo que nos propone Jesús y hay mucho por delante, hay que hacerlo con ganas y esperanza”, cerró González Balsa.