Sobre las medidas que se tomaron durante el año en el que no hubo presencialidad y las estrategias que debieron pensarse para no cortar las clases, María Cecilia Velázquez consideró que “el conjunto de medidas que se fueron tomando en este ámbito, en coordinación con el Consejo Federal de Educación, se sintetiza en el objetivo de sostener la continuidad del contacto pedagógico conservando la institucionalidad de la política educativa, generando dispositivos e instrumentos normativos que contengan y validen la reingeniería del sistema escolar en tiempo real”.
Hubo “resoluciones del CFE con recomendaciones de protocolos epidemiológicos, recomendaciones de organización escolar, modalidad y orientaciones pedagógicas, a los que se suman acuerdos del Consejo de Educación Provincial, líneas de acción para el trabajo de la brecha digital en sus diferentes aspectos, estrategias pedagógicas de educación a distancia, acompañamiento de las instituciones, acompañamiento de los estudiantes en territorio de manera integral, inversión en elementos y condiciones de infraestructura para el retorno a la presencialidad, intensa formación docente, apoyo financiero a instituciones de gestión privada, que son algunas de las acciones a subrayar”, recordó.
Hace un año, en el mundo “nuestro ecosistema de vida humana generaba la primera pandemia de características globales con una vertiginosidad similar al ritmo y percepción del tiempo en el siglo 21.
Creo que la simultaneidad de la expansión y multiplicación exponencial es el dato, más allá de las particularidades de la enfermedad infecciosa causada por un coronavirus”.

La presidenta del CPE acompañó al ministro nacional, Nicolás Trotta, en el recorrido por instituciones en Santa Cruz.
Reflexión
También Velázquez indicó que “todxs Ixs seres humanxs, de modo sincrónico, sufrimos el impacto de lo que se puede definir en sentido restringido como una pandemia y, en sentido amplio, como un emergente sociohistórico y político que es la punta de un iceberg, un acontecimiento que devela de modo súbito y disruptivo el carácter destructivo de nuestro patrón de existencia. Es una oportunidad para transformarlo”.
Según indicó, “las primeras imágenes del horror de la muerte de miles de coetáneos en diferentes lugares del planeta nos conmovieron a muchxs y una parte de lxs dirigentxs del mundo se puso como premisa esencial cuidar la vida de las personas, sin embargo, una parte mas reducida, pero muy poderosa, insistió y persiste en cuidar el lucro por sobre ello. No es novedad, esto viene sucediendo de modo sistémico, es parte de las tensiones de cuya resolución depende la continuidad de la vida en el planeta”.
Así, “nuestra querida Patria/Matria, por obra de la voluntad popular soberana, es conducida desde el amor al pueblo, lo que hace arrodillar a Tanatos frente a Eros, al decir de la mitología griega y de Freud. La menospreciada sabiduría popular fue y es nuestra clave de sobrevivencia”. Frente a eso, “las medidas de prevención de la trasmisión del virus nos obligaron al aislamiento obligatorio, cuarentena, etc.; fue y es necesario construir modos alternativos de interacción para seguir con nuestras vidas. Todas las instituciones se debieron y deben pensar en pos de cuidar la salud comunitaria”.
El aislamiento “refleja con mucha claridad la fragilidad de la vida y la condición de sociabilidad constitutiva de nuestra existencia, la paradoja de preservar nuestra sociedad aislándonos fue inevitable”.
Enseñanza
“No puedo adivinar cuándo saldremos de este horror que recuerda a una guerra, sí puedo identificar, por las reflexiones de los expertos, que llevará un tiempo más allá de este año”, indicó, marcando que “debemos aprovecharlo para reidearnos en sociedades más comprometidas con la culturaleza y nuevas categorías de pensarnos y hacernos. Creo que más que nunca lxs más débiles deben ser el propósito de nuestrxs políticas y prioridades”.
Por eso, “desde la educación es preciso repensarnos y recrearnos, es imperativo para proyectarnos en un futuro más justo y digno, y por ello es urgente la reflexión/acción pedagógica que permita superar un imaginario que limita la escolaridad y educación a un formato organizativo que la pandemia estalló”, finalizó la funcionaria provincial.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario