Para incentivar la producción y las exportaciones, el Gobierno Nacional instrumentó, este jueves, el tope del 8% de las alícuotas de los derechos de exportación para los productos de la minería metalífera.

Para el Gobierno se trató de un estímulo, buscando incrementar las exportaciones, ubicado en el sexto lugar del intercambio comercial en 2019, generando ingreso de divisas para el país.

El día después, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros señaló que lo anunciado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, se trata de la adecuación a la “Ley de Solidaridad Social” y “Reactivación Productiva”, dando respuesta a “un pedido recurrente del sector” desde que fue aprobada en diciembre pasado.

CAEM dialogará con el Gobierno buscando mejorar los aspectos fiscales de Argentina

El anuncio causó gran interés en Santa Cruz, mayor productora de oro y plata de Argentina, inclusive en este contexto de pandemia. En esta “nueva normalidad”, a inicios de abril último, cuando la actividad fue declarada esencial, la industria tomó la decisión de actuar conjuntamente entre Estado; empresas; trabajadores y comunidades para fortalecer el “Protocolo de Bioseguridad” creado por la Secretaría de Minería.

A lo largo de los meses permitió sostener la producción local que hoy supera el 60 % promedio y los casi 20 mil puestos de trabajo entre directos e indirectos. El dato es que, en el país, ningún proyecto minero alcanzó los niveles previos a la pandemia.

Inversión

Alberto Carlocchia, presidente de CAEM, dijo a La Opinión Austral que una decisión de apertura económica para las inversiones que pueda tomar Alberto Fernández “tiene un efecto inmediato en la toma de decisiones de inversión”, con el consecuente beneficio fiscal. Esa apertura “no presenta impacto negativo, las condiciones favorables tienen como eje la inversión, a lo que le sigue la construcción y desarrollo de un proyecto”.

“Si se abre el mercado al capital, podríamos ver llegar en los próximos cinco o seis años entre USD 15.000 y 18.000 millones en Inversión Directa al país, de lo contrario se irán a otro lugar”, “el único destino es la productividad y queremos que sea en Argentina”, despuntó.

Descartó que la industria genere “fuga de capitales”, una preocupación del equipo económico nacional, observando que el sector enfrenta el “repago de deuda del capital que tuvo como destino al país y que de exportar USD 3.600 millones, en 6 u 8 años pasaríamos a 10.000 millones”.

La minería aspira a generar mayores oportunidades para los argentinos

Asimismo, aclaró que CAEM trabajará con el Ministerio de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Minería de la Nación para generar mayores certezas que favorezcan la llegada de inversiones.

Las conversaciones pendientes -para el empresariado- pasan por comprender que la inversión minera es a largo plazo y hay que garantizarle estabilidad desde la macroeconomía. “Se las resguarda siendo rentable y, por otra parte, que permita un margen para recuperar el dinero invertido”, dijo a La Opinión Austral.

Mientras CAEM dialoga en estos términos con el Gobierno Nacional, el empresariado reafirmó su postura de ir hacia una “carga tributaria apropiada, Argentina tiene una presión mayor a otros destinos que son competidores directos, inclusive en la región”.

“Son pasos importantes, pero aún queda mucho por hacer. Sigue siendo fundamental garantizar un contexto de reglas claras, un marco jurídico receptivo hacia la inversión y el impulso a la competitividad”, marcó.

Estratégico

Otro punto favorable es la inclusión de la minería en “una planificación estratégica para la reactivación económica”.
“Como sector exportador buscamos colaborar en la creación de empleo y el crecimiento productivo. Soy optimista que cuando el mercado se recupere, Argentina irá hacia su mejor nivel de industrialización porque tenemos los minerales que demanda el mundo”, esbozó Carlocchia.

Recordó declaraciones que dio a La Opinión Austral ni bien fue electo al frente de la Cámara. “Lo vi a Alberto Fernández antes que sea electo presidente. El hecho que ahora nos hayan llamado, después de este recorrido de diez meses, y que estemos sentados en la mesa donde toman las decisiones, es positivo. Queremos dar nuestra visión y propuesta”, concluyó.