Zahira Quinteros tiene 13 años y desde los 3 años padecía una enfermedad renal. El 19 de julio del año pasado llegó el tan esperado donante de riñón y luego del trasplante, su vida pasó a ser totalmente distinta.
La Opinión Austral se comunicó con Zahira, quien, visiblemente emocionada, dijo que este día es “un renacer”.
“Me emociona porque cumplir un año significa como renacer. Que ya no tengo que estar conectada a una máquina por cuatro horas, que puedo comer normal, puedo tener una vida como todos los niños, eso me pone muy feliz”, describió la niña.
Zahira sabe quiénes son los padres de su donante y ambas familias mantienen contacto al día de hoy.
“Yo sé que este riñón siempre lo voy a proteger porque es parte de mi angelito Lolito, que él siempre va a estar presente para mí porque es parte de mi vida”, dijo.
Silvina, su mamá, relató a La Opinión Austral que Zahira se emociona y le cuesta hablar de la fecha aniversario. “Está emocionada porque ella esperó tanto este día. Se acuerda de lo que pasó hora tras hora, hace un año atrás”, describió.
Silvina, su mamá, contó que Zahira tiene su web y difunde la donación. FOTOS: GENTILEZA SILVINA VELÁSQUEZ
“Ha vivido de todo ella, lamentablemente pasó por muchas cosas. Me decía: Mami, ¿te acordás cuando me llamaron cuando estaba tomando el té y recibimos esa noticia? A partir de ahí, recordamos cómo preparamos todo y todo lo que vivimos”, agregó.
Extremaron medidas
Los padres de Zahira, en etapa de recuperación de la niña y en plena pandemia, debieron readaptarse al contexto.
Con la situación actual, debieron extremar los cuidados. “Nosotros el último viaje que hicimos alcanzamos a ir a un control en marzo, volvimos y a los tres días arrancó esta pandemia, ella siempre con sus vitaminas y sus cuidados, siempre haciendo caso y con su barbijo para todos lados”, contó su mamá.
Silvina explicó que “ahora tomamos medidas más fuertes, en el sentido que ella no sale a ningún lado y está precavida por ser trasplantada”.
La niña se realiza estudios en Río Gallegos y mantiene sus controles al día. “Hasta ahora ha salido todo muy bien, no agarró ni una gripe, nada, porque obviamente tenemos todos los cuidados”, apuntó.
Al mismo tiempo, continúa con clases virtuales y “estamos adaptadas, así que está entretenida igual, porque le encanta estudiar”.
“La vemos disfrutar”
Sobre el balance de estos 12 meses del trasplante, Silvina recuerda que Zahira pudo hacer muchas cosas que antes no hacía a causa de la enfermedad.
“Cuando nevó hace unos días, hizo su muñeco de nieve. La vemos disfrutar como antes no podía, son muchas cosas que recordamos de todo lo que sufrimos con ella”, agregó Silvina.
“Verla todos los días con una manguera y hoy en día verla bien, jugando, saltando, antes no podía comer nada, era todo restricción y hoy es tremendo el cambio”, relató su mamá.
Para Silvina, “Zahira siempre nos dio fuerzas, cuando la veíamos mal, salíamos a flote con ella. Hoy vemos el cambio y que ella misma pregunta qué puede hacer y qué no, es emocionante”.
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