Fueron los tres“, fue la frase que tanto la Fiscalía como un parte querellante dijeron en relación a la participación de tres jóvenes por el crimen de un empresario que se registró en julio del 2020 en El Calafate y coincidieron en el pedido de reclusión perpetua para los acusados.

Se trata del brutal crimen de Fabián Gutiérrez, el hombre que fue torturado hasta la muerte en el interior de su casa por tres jóvenes que no superaban los 22 años de edad, en un episodio que se registró hace casi cuatro años en la villa turística.

Era invierno en aquella ocasión y las bajas temperaturas solamente podrían compararse con la frialdad con la que Facundo ZaetaFacundo Gómez y Pedro Monzón (los tres que actualmente se encuentran procesados por el asesinato) ejecutaron un plan que, según la Fiscalía, tenía un móvil económico y que terminó de la peor manera cuando terminaron asesinando al hombre que, al momento de su muerte, tenía 46 años de edad.

Facundo Gómez y Pedro Monzón, fuertemente custodiados durante la inspección del jueves. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

El procesamiento contra los tres acusados es en orden al delito “Homicidio calificado por ensañamiento y alevosía y para preparar, consumar u ocultar otro delito, o para asegurar su resultado, o procurar la impunidad para sí o por no haber logrado el fin propuesto” tal como lo había encuadrado el magistrado Carlos Narvarte, juez a cargo de la instrucción de la causa pero, esta podría cambiar en los próximos días tras lo solicitado por la Fiscalía en la jornada del lunes durante sus alegatos.

En la mañana de este lunes comenzaron los alegatos, tras los cuatro días de debate de valoración que se hicieron en el Complejo Cultural de El Calafate, a unas pocas cuadras de donde dejaron semienterrado a Gutiérrez.

La jornada empezó pasadas las nueve de la mañana en el teatrino de la villa turística. El primero en dar su testimonio fue Lucio Giordano, querellante por la madre de Gutiérrez quien, antes de comenzar con su fundamento y pedido de pena, pidió a los colaboradores de cámara que coloquen una imagen de la víctima en un proyector. La misma reflejaba al empresario en tiempos otrora más felices, sonriendo y, debajo una leyenda que rezaba: Justicia por Fabián.

Los acusados junto a sus abogados durante la última jornada. (FOTO: AHORA CALAFATE)

En su alegato, que se extendió por un poco más de una hora ante la atenta mirada de los jueces del tribunal Joaquín CabralJorge Yance y María Alejandra Vila, el representante legal mantuvo la postura que tuvieron desde un primer momento: que los tres acusados son coautores del delito.

Durante su alegato Giordano se adelantó a lo que podrían indicar los abogados defensores, remarcando que “no hubo legítima defensa ni emoción violenta” y expresó su malestar sobre lo que ocurrió en los primeros días, apenas comenzaba la instrucción de la causa, donde -según su criterio- no se permitió a los querellantes trabajar con normalidad, a diferencia de los defensores.

En este punto cabe remarcar que, en aquellos días de pandemia, hubo un contratiempo para la querella ya que no se podía determinar si, efectivamente, Giordano podría litigar por su pasado en el Poder Judicial aunque, luego de unos días, esa cuestión fue resuelta.

Como dato, hubo dos pedidos por parte de la querella: uno fue el regreso de la camioneta de Fabián Gutiérrez a la esfera de dominio de la familia, ya que está retenida desde un primer momento por la Justicia y la devolución fue rechazada en varias oportunidades por la Fiscalía.

Tras el pedido de reclusión perpetua, llegó el turno de Verónica Zuvic. La fiscal, al igual que el abogado preopinante, comenzó con su fundamento diciendo que los tres acusados tenían participación el brutal crimen del empresario.

Una de las últimas fotos de Fabián Gutiérrez con vida. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Nuevamente, con ayuda del proyector que estaba a sus espaldas, la representante del Ministerio Público en un tono firme dio detalles sobre la acusación de la Fiscalía, con imágenes que daban cuenta de las horas previas al suceso, conversaciones entre los imputados antes y después del homicidio.

A Gutiérrez no solo lo mataron, sino lo torturaron, lo destrozaron en vida“, dijo Zuvic en momentos de su alocución y aseveró que los tres tuvieron roles determinados en el hecho, cumpliendo un plan que comenzó a ser ejecutado meses antes, con el trabajo de seducción que realizó Zaeta a Gutiérrez, para lograr un encuentro a solas.

A Facundo Gómez le atribuyó el rol de organizador e inteligencia previa. En tal sentido, se mostró una foto tomada en la casa de la hermana de Gutiérrez, donde Fabián realizó la cuarentena al llegar de viaje desde Buenos Aires.

Al igual que Giordano, Zuvic se adelantó a lo que podrían decir las defensas: “Posiblemente digan que eran jóvenes o que alguno no quería estar presente, pero existen pruebas sobre lo que hacían”, expresó Zuvic antes de pedir la pena de reclusión perpetua pero con un cambio de carátula: “Homicidio criminis causa por ser cometido con alevosía y ensañamiento“.

Pasadas las tres de la tarde llegó el turno de que den su alegato las partes defensoras. El primero de ellos fue el de Alejandro Monzón, abogado de Gómez. El representante legal indicó que su cliente llegó a la casa a robar pero que todo cambió al ver el panorama y planteó la pregunta: ¿por qué Gómez mataría a Gutiérrez si no lo conocía? y cargó culpas contra Zaeta. En consecuencia pidió que su defendido fuera condenado a la pena de diez años de prisión por el delito de robo gravemente agravado, en banda y en poblado, teniendo en cuenta como atenuante que es padre.

Sabrina Mansilla, abogada defensora de Facundo Zaeta durante su alocución. (FOTO: SEÑAL CALAFATE)

Sabrina Mansilla, abogada de Zaeta, dijo que su cliente y el resto de los secuaces no habían llegado a la casa de Gutiérrez con armas, por lo que no hubo intenciones previas de matar al empresario. Pidió que su cliente reciba la pena mínima por homicidio en ocasión de robo.

Para concluir, Carolina Scamperti solicitó que su cliente fuera absuelto ya que no se pudo quebrar su estado de inocencia.

Antes de clausurar la jornada, Gómez usó su derecho a declarar y pidió perdón por lo ocurrido: “estoy arrepentido, quiero expresar siento que fue el error que cambio mi vida por completo. Era un adolescente con muchos proyectos, estaba por formar una familia” aseguró mientras temblaba visiblemente conmocionado.

Monzón se desligó y dijo que: “hace casi cuatro años estoy preso por culpa de terceros y pidió por su libertad”. Ahora, todo queda en mano de los jueces y el cinco de abril se sabrá la sentencia.

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