La cachorrita de puma encontrada el lunes pasado en el barrio industrial de El Calafate se encuentra en muy buen estado y es cuidada por personal veterinario del Consejo Agrario Provincial (CAP).

La pumita tiene menos de tres meses y pesa alrededor de 5 kg. (FOTO: Marcelo del Buono).

El felino estaba caminando por la calle cuando fue vista por un joven que la puso a resguardo en una casilla y dio inmediato aviso del hallazgo a las autoridades.

Desde ese momento la pumita está al cuidado de los veterinarios de la delegación El Calafate del CAP, Alicia Helling y Cristian Pesin, quienes aseguran que la cría fue sustraída de su madre, a la que probablemente hayan matado, aunque esto no está confirmado.

Un joven la encontró caminando por una calle del barrio industrial. (FOTO: Marcelo del Buono).

Los veterinarios creen que alguien la llevó a El Calafate, quizás para criarla como mascota o para sacrificarla y comerla, porque es un animal silvestre que no habría llegado por sus propios medios hasta una zona tan poblada, no solo por personas sino también por perros.

La cría de puma tiene menos de tres meses de vida y pesa alrededor de 5 kg. Su alimentación no es sencilla, y es la primera vez que en el CAP atienden a un ejemplar de esta especie. Por ello se comunicaron con la ONG “Puma Kawa” de Córdoba, desde donde los orientaron.

Así fue como descubrieron que la cachorra debe consumir leche sin lactosa, carne molida y pollo con alimento balanceado de primera marca, ya que tiene nutrientes que son necesarios para su rápido crecimiento.

Los profesionales a cargo de su cuidado están muy preocupados por el futuro del animal, ya que aseguran que no podrá volver a la naturaleza, al haberla separado de su madre desde tan pequeña no hay quien le enseñe a vivir sola, a cazar, es difícil que no dependa para siempre de la asistencia de los seres humanos.

Quieren ubicar a la cachorra en alguna reserva natural. (FOTO: Marcelo del Buono).

Mientras hacen todo lo posible por darle un futuro mejor en una reserva natural, los veterinarios advierten a la comunidad que los animales silvestres no son domésticos, es decir que tienen que estar en su hábitat natural.

 

 

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