Desde San Carlos de Bariloche, Pablo Pontoriero llegó a la localidad de El Chaltén en Santa Cruz para escalar el cerro Torre y desde allí descender en parapente.

En esta experiencia lo acompañaron  Roger Schaeli, guía de alta montaña UIAGM y Mario Heller, aspirante a guía y piloto biplaza de parapente.

El paso de los escaladores rumbo al parque de hielo del margen sur.

Pontoriero es uno de los más exitosos escaladores argentinos y el más experimentado en vuelos de parapente, deporte que practica hace 9 años.

Cuenta con una exitosa trayectoria en montaña y durante los últimos 3 años dirigió el Instituto Superior Argentino de Guías de Montaña. Su esposa, Rosana Rechencq, también es guía de montaña y juntos subieron el Fitz Roy.

El ascenso es difícil pero no imposible. Experiencia y respeto por la naturaleza del lugar son factores importantes.

Los descensos tuvieron lugar el 19 de enero de 2022, en una jornada con clima ideal para volar.

El desafío

El cerro Torre (3.128 m.) ubicado junto al Fitz Roy en la Patagonia es una de las montañas más difíciles de escalar del mundo.

La aproximación a la montaña la realizaron por el paso Marconi. La primera noche durmiendo en el Campo de Hielo, la segunda debajo del col de la Esperanza y la tercera al pie del hongo somital.

El grupo en el tercer vivac.

Pablo, Mario y Roger subieron con todo su equipo a la cumbre, más el parapente. En su relato para El Cordillerano, destacó: “La tercera noche dormimos pocos metros debajo de la cumbre. Resolvimos postergar el ascenso para la primera hora del miércoles, con hielo más duro, gracias al frío de la noche. Pese a estar a más de 3.000 metros hacía calor y al atardecer el hielo se derretía, con mayor peligro de desprendimientos”, explicó.

Todo listo y preparado para descender.

Desde la cima del Torre hasta las inmediaciones de El Chaltén ellos llegaron en 25 minutos. En forma tradicional hubieran tardado al menos dos días. “En El Chaltén hay una decena de pilotos, varios de ellos guías de montaña que ya están volando”, afirmó.

La presente es la segunda vez que una persona baja de la cima del Torre después de escalarlo.

Tras el aterrizaje, la imagen para recordar la experiencia.

“Despegar desde la cima del Fitz es más difícil. Muchas veces hay poca nieve cubriendo las rocas y es más complejo encontrar un buen lugar donde colocar la vela para despegar,” explicó y aclaró que no todas las montañas pueden descenderse volando. “El despegue en parapente requiere condiciones mínimas, sin ellas es demasiado arriesgado intentarlo”, sostuvo.

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