Una impresionante explosión sacudió la noche del miércoles la base de pruebas Starbase de SpaceX, ubicada en el sur del estado de Texas, cerca de la frontera con México. Durante una prueba estática, el cohete Starship 36, considerado el más potente jamás construido, explotó de forma violenta sin causar víctimas. Elon Musk, dueño de la compañía, le restó importancia al incidente: “Solo un rasguño”, escribió en su red social X.

La falla fue confirmada por la propia empresa SpaceX y por las autoridades del condado de Cameron. El estallido ocurrió a las 23:01 (hora local), mientras el prototipo permanecía anclado al brazo de lanzamiento y se sometía a un ensayo rutinario sin intención de despegue.

Qué ocurrió en la base de Starbase

El Starship estaba siendo preparado para su décima prueba de vuelo, pero sufrió lo que SpaceX describió como una “anomalía mayor” mientras se encontraba en un banco de pruebas. El cohete permanecía fijado a la plataforma y no tenía programado despegar esa noche, por lo que la prueba no involucraba desplazamiento alguno.

Un video viral que recorrió las redes sociales muestra el momento exacto del estallido: una luminosidad intensa seguida por una bola de fuego que consumió la estructura. Desde la compañía informaron que “se mantuvo una zona de seguridad alrededor del sitio durante toda la operación” y que “todo el personal está sano y salvo”. Asimismo, señalaron que no existe peligro alguno para los residentes de la zona.

El equipo técnico ya trabaja junto a autoridades locales para asegurar el perímetro y evaluar los daños. A pesar del impacto visual, Musk y sus ingenieros se mostraron fieles al lema que caracteriza su modelo de trabajo: fallar rápido, aprender rápido.

El cohete que quiere llegar a Marte

Con 123 metros de altura y una capacidad de carga de 150 toneladas métricas, el Starship es el cohete más grande y poderoso jamás diseñado. Es completamente reutilizable y representa el centro de la estrategia de Musk para colonizar Marte en los próximos años.

Esta prueba fallida no fue la primera: el 27 de mayo pasado, otro Starship explotó antes de aterrizar. Anteriormente, en enero y marzo, la etapa superior de otros prototipos también falló en pleno vuelo, provocando lluvias de escombros sobre el Caribe.

Pese a estos tropiezos, SpaceX continúa apostando por su audaz estrategia de desarrollo, que consiste en lanzar múltiples prototipos para refinar el diseño y minimizar errores. El objetivo final es garantizar un vehículo confiable para misiones comerciales, militares y eventualmente interplanetarias.

Musk se pronunció: “Solo un rasguño”

Fiel a su estilo provocador y descontracturado, Elon Musk reaccionó rápidamente tras el incidente y restó importancia a la explosión. En su cuenta oficial de X (ex Twitter), escribió simplemente: “Solo un rasguño”, desdramatizando el fallo del cohete con el que espera llevar humanos a Marte antes de 2030.

Además de sus planes espaciales, Musk también ha tenido un año movido en el plano político. Luego de haber sido asesor del expresidente Donald Trump, con quien rompió relaciones recientemente en medio de una disputa pública, su figura sigue generando controversia en Washington.

Un historial de fracasos que impulsa el éxito

Pese a los incidentes recientes, SpaceX se consolidó como actor clave del sector aeroespacial estadounidense. Sus lanzamientos transportan astronautas de la NASA, cumplen misiones secretas del Pentágono y están destinados a jugar un rol central en el regreso de Estados Unidos a la Luna.

Lejos de amedrentarse, Elon Musk continúa liderando una empresa cuya filosofía gira en torno a la innovación constante y la tolerancia al error. Para SpaceX, cada explosión es un paso más hacia el perfeccionamiento de una tecnología que podría redefinir el futuro de la humanidad.

El sueño marciano sigue en pie

El objetivo de Musk no ha cambiado: convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria. Su plan es ambicioso, costoso y con altos riesgos tecnológicos. Pero incluso con explosiones espectaculares y fallas repetidas, el camino hacia Marte sigue firme.

Según sus estimaciones, la primera misión tripulada a Marte podría lanzarse a principios de la próxima década, y el Starship es el pilar de esa misión. Mientras tanto, cada prueba, incluso las que terminan en llamas, forma parte del proceso que algún día podría hacer historia.

La cuenta regresiva hacia Marte continúa. Y aunque el camino esté lleno de obstáculos, Elon Musk y SpaceX apuestan todo por conquistar el planeta rojo.

EN ESTA NOTA Elon Musk SpaceX

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