La Agencia Espacial Nacional de China dijo que los restos del cohete en la última etapa tenían un área de aterrizaje estimada de 72,47 ° E de longitud y 2,65 ° N de latitud, justo al oeste de las Maldivas en el océano Índico. La confirmación final del aterrizaje aún no se ha hecho.

 

 

La mayoría de los dispositivos se deshicieron y fueron destruidos durante el reingreso a la atmósfera, dijo la agencia espacial.

 

Desde el continente, se registraron imágenes sobre Omán, Israel y Arabia Saudita que mostraron los restos de la nave reingresando a la Tierra. Hasta último momento, se desconocía el lugar donde iba a caer.

 

 

Esta noche, desde la cuenta Space-Truck, que seguía en vivo el recorrido del cohete, confirmaron: “Todos los demás que sigan el reingreso de #LongMarch5B pueden relajarse. El cohete ha caído”. Aun se espera información oficial para confirmar el lugar exacto del impacto, pero la transmisión del evento se dio por finalizada.

 

El último 29 de abril, China lanzó el primer módulo para su estación espacial Tiangong que se puso en órbita con éxito. No obstante, el cohete que lo llevó allí corrió la misma suerte: una gran parte de la nave Long March 5B se encontraba en órbita fallida. El riesgo de causar daño en la Tierra, según China y varios expertos, era mínimo, aunque no nulo.

 

Cayó cerca de un paraíso

Las Maldivas es un país insular reconocido por sus playas de arena blanca y aguas turquesas que atraen a turistas de alto poder adquisitivo. EL cohete chino cayó al oeste de ese lugar.

El país es un conjunto de 26 atolones conformados por 1.192 islas diminutas repartidas a lo largo de 800 kilómetros.

 

 

 

 

Con una población de 340.000 habitantes según el último censo, solo 187 de sus islas están habitadas, aunque el Banco Mundial calculó que en 2020 su población residente era de 515.000 personas, incluyendo trabajadores extranjeros.

El turismo de lujo es su principal fuente de ingreso, que aporta un cuarto de su producto interno bruto (PIB). Sin embargo, la pandemia del covid-19 devastó el sector del turismo y su economía se contrajo 28% el año pasado.

Las playas recluidas y las prístinas lagunas del archipiélago atrajeron a más de 1,7 millones de turistas en 2019, pero esa cifra cayó a 550.000 el año pasado.

Es un destino apetecido por estrellas del cine, como Tom Cruise y Katie Holmes, quienes lo visitaron en 2006 para su luna de miel.

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