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Un apagón masivo dejó sin luz amplias zonas de España, Portugal y el sur de Francia el 28 de abril de 2025. Las primeras investigaciones apuntan a extrañas oscilaciones en las líneas de alta tensión como posible causa. Según el operador portugués REN, variaciones extremas de temperatura en el interior de España produjeron “oscilaciones anómalas en las líneas de muy alta tensión (400 kV), un fenómeno conocido como ‘vibración atmosférica inducida’”. Este extraño término describe un vaivén involuntario de los cables de transmisión provocado por cambios bruscos en la atmósfera (por ejemplo, temperatura o viento), un proceso técnico similar al “galope” de los cables en ingeniería eléctrica.
Esa vibración inducida habría generado fallos de sincronización entre los sistemas eléctricos, produciendo “perturbaciones sucesivas en toda la red europea interconectada”. El resultado fue un colapso repentino de la red peninsular: según Red Eléctrica de España (REE), el suministro cayó de unos 25.000 MW a prácticamente cero en segundos alrededor de las 12:32 horas del lunes, disparando las alarmas. Las infraestructuras conectadas –turbinas, generadores y centros de control– detectaron esa anomalía en el flujo de energía, por lo que se desconectaron por seguridad, desencadenando el corte generalizado.
¿Qué es la vibración atmosférica inducida y cómo se genera?
En términos sencillos, la vibración atmosférica inducida es un movimiento oscilatorio que sufren los cables de alta tensión cuando las condiciones atmosféricas cambian bruscamente. Las líneas de 400 kV son tensas y largas; ante un cambio rápido de temperatura (por ejemplo, un paso abrupto de frío a calor) el metal se expande o contrae, y esto combinado con rachas de viento puede hacerlas vibrar en una especie de movimiento de péndulo. En ingeniería a veces se habla de galope de los conductores cuando, debido a capas de hielo asimétricas y viento cruzado, los cables dibujan elipses verticales de gran amplitud. Ese fenómeno puede causar oscilaciones crecientes hasta que los sistemas detectan inestabilidad.
En este caso, el operador REN explicó que los picos térmicos extremos registrados en el interior de España habrían disparado esas oscilaciones en las líneas de alta tensión. En otras palabras, un calentamiento o enfriamiento repentino del ambiente provocó que los cables vibraran anormalmente. Hay quien cuestiona esta versión –por ejemplo, meteorólogos señalan que no hubo cambios térmicos tan severos en horas previas–, por lo que el tema sigue bajo investigación. Pero en todo caso el término “vibración atmosférica inducida” ha sido adoptado provisionalmente por los técnicos para describir el origen aparentemente atmosférico del fallo.
Efectos en las líneas y en la red eléctrica
Los efectos de esas oscilaciones fueron inmediatos. Según REN, “las oscilaciones provocaron fallos de sincronización entre los sistemas eléctricos”. Es decir, al vibrar los cables de manera irregular, la entrega de energía dejó de estar equilibrada en la red ibérica y eso generó desconexiones en cadena. Las protecciones automáticas cortaron los enlaces problemáticos y, como la red europea está interconectada, la perturbación se propagó rápidamente hacia Portugal y el sur de Francia.

Vuelos demorados en el aeropuerto por el apagón masivo de Europa.
Los sistemas europeos de emergencia trabajaron para estabilizar la red. La Red de Transporte de Electricidad francesa (RTE) movilizó equipos de asistencia y anunció que brindó hasta 700 MW de apoyo (luego 950 MW) para ayudar a España y Portugal a restablecer el servicio. Por su parte, REN comunicó que “se han activado los planes de restablecimiento por etapas del suministro de energía, en coordinación con los productores y operadores europeos”. Aun así, según REN y otros operadores, debido a la complejidad del reequilibrio continental la recuperación total podría tardar hasta una semana.
Cronología del apagón
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12:32 – Se registra el corte eléctrico en la península ibérica. Un gráfico de REE muestra un desplome instantáneo: el consumo cae de alrededor de 25.000 MW a casi 0. Los sistemas de monitorización detectan la anomalía y se activan protocolos de emergencia.
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12:35 – Adif anuncia la interrupción total del tráfico ferroviario en España: “debido al apagón, [está] interrumpido el tráfico ferroviario en toda la red”. Los metros de las grandes ciudades también se detienen.
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12:40 – Miles de semáforos dejan de funcionar. La Dirección General de Tráfico (DGT) pide a los conductores que eviten circular si no es necesario. Tráfico es caótico en avenidas principales.
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12:45 – La presidenta regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, convoca una reunión del 112 y solicita que se decrete la Emergencia de Interés Nacional. Pide restringir los desplazamientos en la capital. El alcalde José Luis Martínez-Almeida apoya la medida y también insta a la población a quedarse quieta.
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13:00 – Aena informa que los aeropuertos españoles operan con generadores de emergencia. Aunque mantienen servicios básicos, ya hay vuelos retrasados y pasajeros en largas filas en la terminal T4 de Madrid. La operadora de energía francesa confirma que el corte masivo afectó a toda la península y parte del suroeste de Francia, y que ya interviene con suministros de respaldo.
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13:30 – Los hospitales y centros críticos funcionan con grupos electrógenos. El Ministerio de Sanidad informa que “no hay constancia de ninguna incidencia grave en el sistema sanitario… gracias a la activación de grupos electrógenos”.
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13:40 – Comienza la recuperación gradual. Según REE, desde las 13:40 el consumo se recupera paulatinamente. Para las 16:30 ya se había restablecido más del 50% de la demanda eléctrica prevista. Por la tarde llegan reportes de zonas rurales y capitales provinciales (La Coruña, Málaga, Logroño, etc.) que recobran la luz a medida que se estabiliza la red.
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Tarde-noche – Siguen llegando informes de normalización. Para el anochecer la mayoría del territorio peninsular ya tiene suministro, aunque se mantuvieron protocolos de emergencia por algunas horas más.
Consecuencias en la vida cotidiana
El apagón generó caos local. Millones de personas se vieron sorprendidas en la calle, en el trabajo o en el transporte. Trenes y metros quedaron paralizados: viajeros tuvieron que bajar de los vagones y caminar por túneles oscuros. Miles de ciudadanos quedaron atrapados en ascensores (al menos 286 casos fueron atendidos por servicios de rescate). Semáforos y cajeros dejaron de funcionar: conductores avanzaban con precaución, y algunos negocios no pudieron abrir porque sus puertas son eléctricas.
En los aeropuertos la actividad continuó solo por medidas de emergencia: los generadores permitieron atender emergencias, pero decenas de vuelos se retrasaron. En Madrid-Barajas (T4) se reportaron colas kilométricas de pasajeros durante horas. En hospitales, a pesar de los inconvenientes menores, no hubo denuncias de pérdidas de vida ni catástrofes médicas graves: los centros disponían de sistemas de respaldo y los servicios de urgencias operaron normalmente.
La policía y los servicios de emergencia fueron reforzados. Las autoridades activaron planes de contingencia locales: Galicia y Andalucía elevaron sus niveles de emergencia y desplegaron equipos de seguridad adicionales. En Madrid se cerraron túneles viales y se reforzaron guardias en edificios críticos. El gobierno pidió colaboración ciudadana: se instó a no acumular compras ni llamar al 112 si no era urgente.
Reacción de las autoridades
Los gobiernos de España y Portugal coordinaron respuestas inmediatas. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se trasladó al centro de control de Red Eléctrica para supervisar la situación. Los ministros convocaron un Consejo de Seguridad Nacional extraordinario y estuvieron en contacto con la Comisión Europea. La vicepresidenta europea Teresa Ribera (exministra española) declaró en Bruselas que aún no se puede afirmar la causa definitiva y descartó cualquier saboteo: “No hay nada que nos permita afirmar que hay ningún tipo de boicot o ciberataque”.
En Portugal, el primer ministro Luís Montenegro confirmó que el incidente no tuvo origen en Portugal sino “todo apunta” a España. El viceministro de Cohesión Territorial portugués, Manuel Castro Almeida, reconoció públicamente que en las primeras horas se consideró incluso un posible ciberataque, pero las agencias de ciberseguridad lusas e hispanas ya indicaron que “no hay indicios de un ataque informático”. El presidente de la Comisión Europea, António Costa, también señaló que por el momento no hay evidencia de sabotaje en la red eléctrica ibérica. En resumen, todos los análisis oficiales apuntan a una causa técnica-atmosférica y no a intrusión maliciosa.
Finalmente, el sector energético avaló la colaboración internacional. Ucrania incluso ofreció ayuda experta para restablecer las redes y puso en relieve las lecciones aprendidas en apagones pasados debido a ciberataques o sabotajes. Se investiga el caso en detalle, en parte para reforzar los mecanismos de alerta temprana y evitar especulaciones.
Lecciones y medidas preventivas
Este episodio ha reavivado la discusión sobre la vulnerabilidad del sistema eléctrico europeo ante fenómenos inusuales. Para el futuro inmediato, los expertos sugieren varias líneas de prevención. Por un lado, se reforzará el monitoreo meteorológico en puntos críticos de la red: sensores de temperatura y viento ayudarán a detectar condiciones de riesgo antes de que causen oscilaciones peligrosas. También se revisarán los protocolos de tensión de los cables: los tendidos suelen llevar amortiguadores (por ejemplo dispositivos tipo Stockbridge) que atenúan las vibraciones; ajustar su instalación o añadir amortiguación extra en tramos expuestos reduciría el efecto de cualquier “batido” de los cables.
Desde el punto de vista de ingeniería, se considera diseñar nuevas estructuras con menor susceptibilidad al galope de cables. De hecho, se sabe que fijar los cables directamente a la torre (en lugar de tener largas cadenas de aisladores flexibles) o emplear materiales con mayor amortiguación interna puede mitigar las oscilaciones severas. A largo plazo, se contemplan inversiones en modernizar la red de 400 kV con tecnología avanzada (nuevas torres compuestas, sistemas de control dinámico, líneas de alta tensión en corriente continua, etc.) que aporten mayor estabilidad frente a perturbaciones ambientales.
En términos organizativos, las lecciones aprendidas conducirán a simulacros y planes de contingencia mejorados: las compañías eléctricas y gobiernos reforzarán la coordinación internacional para respuestas rápidas. Ya en este apagón, las pruebas de emergencia (activación del Ejército, redes de apoyo entre países, atención de hospitales) sirvieron para amortiguar el impacto. Sin embargo, el hecho de que un cambio climático repentino haya provocado un corte generalizado resalta la necesidad de mantener al día esas medidas y seguir explorando todas las posibles causas técnicas.
En síntesis, la explicación oficial por ahora es que un fenómeno atmosférico inusual –la llamada vibración atmosférica inducida– desestabilizó la red eléctrica peninsular. Las investigaciones continúan, pero mientras tanto la prioridad de las autoridades y expertos es restablecer con seguridad todos los servicios afectados y aplicar lo aprendido para que un evento así no se repita.
Fuentes para el informe: Informes y declaraciones de los operadores eléctricos REN (Portugal) y REE (España), agencias de prensa (Reuters, EFE, Europa Press) y medios nacionales (Antena 3, ABC, Página 12, COPE, RTVE, entre otros).
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