Con Halloween cada vez más cerca, Netflix afiló su catalogo de terror. En los últimos días el gigante del streaming estrenó la miniserie “El vigilante” que se basa en la historia real de un acosador de Nueva Jersey y rápidamente se convirtió en una de las producciones más vistas.
La nueva producción de Ryan Murphy, creador de “American Horror Story” y “Dahmer“, está protagonizada por los actores Naomi Watts, Bobby Cannavale y Jennifer Coolidge, y cuenta con sólo 7 capítulos, pero que bastan para dejarte los pelos de punta.
Para la historia, Murphy e Ian Brennan se inspiraron en un artículo de Reeves Wiedeman para The Cut, de The New York Magazine, publicado en noviembre de 2018. Más allá de los elementos ficcionales agregados por los guionistas, la realidad que vivió una pareja cuando se mudó a su nueva casa fue una pesadilla. Empezaron a recibir cartas amenazantes firmadas por alguien autodenominado “El Vigilante” que les detallaba sus movimientos y los hostigaba.
De qué se trata “El Vigilante”
La pesadilla de Derek y Maria Broaddus comenzó cuando compraron una casa por 1,4 millones de dólares, ubicada en el 657 Boulevard de Westfield (Nueva Jersey). A los tres días de firmar el contrato de compraventa, recibieron una inquietante carta de bienvenida firmada alguien que se autodenominaba “El Vigilante”, quien decía ser el guardián de la vivienda, como antes lo fueron su padre y su abuelo.

La carta real que recibió la pareja que nunca pudo vivir en la casa de sus sueños
Con el tiempo, el tono de las cartas fue haciéndose más macabro con cada nueva misiva, en las que se hacía referencia a los hijos de la pareja agradeciendo que hubiesen traído “sangre nueva” a la casa, mencionando sus nombres, fechas de nacimiento, describiendo con detalle sus actividades, como dibujos que hacían o en qué habitación los pintaban. Y añadiendo frases terroríficas como: “ahora que sé sus nombres puedo llamarlos y atraerlos hasta mí”.
Las cartas las recibieron mientras la familia iba frecuentemente a la casa porque estaban haciendo obras de renovación. Se sentían aterrorizados, desprotegidos e impotentes por lo que decidieron no mudarse al que esperaban fuera su nuevo hogar, a pesar de que habían invertido todos sus ahorros en la compra.
La investigación policial fue infructuosa
Ni la policía de Westfield, que recibió críticas por ineficacia y falta de interés, ni los investigadores privados que contrató la familia pudieron resolver el caso. Este se abrió por segunda vez en 2018 por un fiscal del condado, que comparó un rastro de ADN de la saliva de uno de los sobres con las muestras que se recogieron voluntariamente de los vecinos de 657 Boulevard en 2015, pero no se encontraron coincidencias. Finalmente, el caso se cerró de forma definitiva por falta de nuevas evidencias.
¿Qué pasó con la casa de los Broaddus?
En marzo de 2019, después de cinco años pagando la hipoteca de una casa en la que nunca llegaron a vivir, Derek y Maria Broaddus decidieron venderla por 400.000 dólares menos de lo que habían pagado.
Su intención inicial es que fuera adquirida por un promotor que quisiera tirarla abajo para hacer una obra de nueva construcción, pero los compradores fueron una pareja joven con hijos. Cuando se cerró la venta, los Broaddus pidieron a su abogado que entregara una nota a los nuevos propietarios en la que dijeron: “Os deseamos a paz y tranquilidad que una vez soñamos tener en esta casa”, y adjuntaron una fotografía de la letra de El vigilante, para que estuvieran alerta si aparecía de nuevo.
A día de hoy, tal como confirma el autor del reportaje original, no han recibido ninguna.
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