Acusan a médicos de Estados Unidos de haber inseminado con su propio esperma a sus pacientes. El escandalo salió a la luz luego de que una mujer se realizará un test de ADN que reveló que su padre era el mismo médico que había atendido a su madre 30 años atrás.
En el documental emitido por la BBC sobre el denominado “Fraude de fertilidad”, varias mujeres cuentan el lado oscuro de las pruebas de fertilidad que indican, aun están mal reguladas.
Eve Wiley es una de las víctimas, cuenta que desde chica sospechaba que no era hija biológica de su padre pero tras realizarse un test de ADN su vida dio un vuelco. Finalmente, confirmó que su padre era Kim McMorries, el doctor de la clínica de fertilidad que había a tendido a su madre.
McMorries quien aún ejercía como medico de fertilidad hasta su jubilación en 2021, admitió por escrito que había mezclado su esperma con el de un donante anónimo para inseminar a la madre de Eve. En ese momento la practica era legal es todos los estados de Estados Unidos ya que se creía que lograba mayor efectividad en el tratamiento.
Pero el caso de Eve no es el único. Cientos de mujeres que pensaron que habían sido inseminadas artificialmente por donantes anónimos aseguran que fueron inseminadas por sus médicos de fertilidad.
Angelica Casas y Maia, su hermana, también creen que el médico especialista en fertilización asistida usó su propio esperma para inseminar a su madre, y que puede ser el padre biológico de muchas otras personas.
En el documental varias víctimas de lo que denominan “fraude de fertilidad” cuentan cómo les ha afectado descubrir las prácticas poco éticas de algunos médicos de fertilidad en los años 70 y 80, que ese momento eran legales en Estados Unidos.
Algunos de estos descendientes, que podrían ser cientos, reclaman medidas contra estos doctores y, sobre todo, una regulación clara para que no vuelva a ocurrir en el futuro.
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