Soldados rusos tomaron el control de la central nuclear de Chernobyl, escenario del desastre atómico en 1986. Lo confirmó el Gobierno de Ucrania, en medio de los avances de la incursión terrestre ordenada por Moscú.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había informado horas atrás que militares de su país estaban “sacrificando sus vidas” para evitar perder el control sobre la explanta nuclear ubicada a 134 kilómetros de la capital Kiev.
“Esto es una declaración de guerra contra toda Europa”, dijo Zelenzky. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania compartió la advertencia tuiteando que un ataque ruso a Ucrania podría “causar otro desastre ecológico”.
“En 1986, el mundo fue testigo del mayor desastre tecnológico en Chernobyl”, escribieron desde el Ministerio. “Si Rusia continúa la guerra, Chernobyl podría ocurrir de nuevo en 2022”, advirtió.
Por otro lado, la embajadora de Ucrania en Estados Unidos Oksana Markarova hizo eco de las declaraciones anteriores de Zelensky sobre el intento de toma de la central nuclear, y añadió que la Guardia Nacional de Ucrania está trabajando para proteger la planta nuclear de los ataques: “Por primera vez desde la catástrofe nuclear de Chernóbil, después de la cual Ucrania ha protegido al mundo de otra catástrofe nuclear, junto con nuestros amigos y aliados europeos y estadounidenses, tenemos que defenderla de nuevo de las fuerzas de Rusia”, añadió.
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