Gary Plauché, un padre estadounidense de Baton Rouge, Louisiana, rastreó al hombre que secuestró y abusó de su hijo y le disparó en la cabeza. Un camarógrafo grabó el asesinato que conmovió a la sociedad norteamericana.
En 1984, un nene de 11 años llamado Jody Plauché fue secuestrado por su profesor de karate, Jeffred Doucet. El hombre de 25 años, lo llevó desde Luisiana hasta un motel en California, donde abuso de él. La víctima logró contactarse telefónicamente con su madre y finalmente fue rescatado. Sin embargo, el caso tuvo un giro inesperado porque el padre del pequeño y mató al abusador frente a las cámaras de televisión.
Aunque habían encontrado a su hijo, Gary Plauché, estaba consternado por lo sucedido. Pasó los días siguientes en un bar local, el Cotton Club, preguntando a la gente cuándo pensaban que podrían llevar a Doucet de vuelta a Baton Rouge. Un ex colega del medio WBRZ News le contó que el profesor de karate llegaría en avión a las 9:08 a.m.
Ese día, Plauché condujo hasta el aeropuerto de Baton Rouge y entró en la sala de llegadas con una gorra de béisbol y gafas de sol. En el lugar se encontraba un equipo de noticias de WBRZ para grabar la caravana de policías que escoltaba a Doucet desde su avión. Al pasar, Plauché sacó su arma y le disparó a Doucet en la cabeza.
Los miembros de seguridad lo redujeron mientras le hacían una pregunta que quedó grabada para siempre en la mente de Jody: ”¿Por qué, Gary, por qué?.
Tras el impacto de bala, el abusador quedó en coma y murió al día siguiente. Por el crimen, Gary estuvo en la cárcel pocos días y finalmente se le concedió la libertad condicional a través de una sentencia suspendida por homicidio involuntario. También se le ordenó que realice tareas comunitarias.
El caso conmovió a la sociedad estadounidense y el Plauché contaba con el apoyo casi unánime de la sociedad estadounidense por lo que hizo.
La dramática escena quedó registrada por el equipo de WBRZ y ha sido vista por más de 20 millones de personas en YouTube.
Qué sucedió con Jody Plauché
En octubre de 2021, cuatro décadas después del trágico episodio, Jody Plauché, brindó una entrevista al medio inglés The Sun y se refirió puntualmente al acciones de su padre, Gary.
“Entiendo por qué hizo lo que hizo, pero es más importante para un padre estar allí para ayudar a mantener a su hijo que ponerse en un lugar para ser procesado”, sentenció. A su vez admitió que, con su acto, el hombre se convirtió en una suerte de “símbolo de justicia” para el país, ante la demanda de una justicia inoperante.
Por otra parte, reveló un diálogo que tuvo con su padre, que murió en 2014 por un derrame cerebral, acerca de lo que sintió antes de matar al karateka: “Me dijo que pensó que iba a morir, así que sintió que no tenía nada que perder. Me dijo que uno de ellos, o los dos, morirían esa noche”.
Asimismo, contó que su padre “nunca se arrepintió de su acción”. Hasta la religión fue indulgente con Gary. “El sacerdote local le lavó los pies y le dio la absolución y el perdón de Dios, así que creo que eso lo ayudó mentalmente a lidiar con el evento”, afirmó.
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