La líder opositora venezolana María Corina Machado reapareció públicamente este jueves en Oslo, Noruega, tras más de un año en la clandestinidad y después de haber desafiado la prohibición de viajar impuesta por el régimen de Nicolás Maduro. Machado viajó al país nórdico para recibir el Premio Nobel de la Paz, con el cual fue galardonada este año, y confirmó que abandonó Venezuela en secreto con la ayuda de Estados Unidos. “Vine a recibir el premio en nombre del pueblo venezolano y lo llevaré de regreso a Venezuela en el momento oportuno”, afirmó, aunque dejó claro que no revelará cuándo planea volver.
Durante dos conferencias de prensa brindadas por la mañana y por la tarde, Machado expresó su confianza en que Venezuela “sea libre” y pueda convertirse en “un faro de esperanza” para la democracia en América Latina. Vestida de blanco, la dirigente de 58 años aseguró que su regreso dependerá de que existan condiciones propicias en términos de seguridad. “No diré cuándo ni cómo se hará, pero haré todo lo posible para poder regresar y también para poner fin a esta tiranía muy pronto”, remarcó.
Reencuentro con sus hijos y reuniones clave en Noruega
Machado fue recibida en la mañana por el primer ministro noruego Jonas Gahr Store, quien ratificó la disposición de su país a apoyar una eventual transición democrática en Venezuela. Más tarde, junto al Comité Noruego del Nobel, la dirigente se explayó sobre el significado del premio y el impacto de su salida clandestina del país. “Todos los días me pregunto dónde soy más útil para la causa. No fue fácil llegar aquí, a veces parecía imposible”, señaló, visiblemente emocionada.
La opositora reveló que, tras su llegada, solo pudo dormir 40 minutos antes de reencontrarse con sus hijos —Ana Corina, Henrique y Ricardo—, quienes viven en el extranjero. “Durante semanas pensé cómo sería ese instante. Finalmente los abracé a los tres al mismo tiempo, y fue uno de los momentos espirituales más extraordinarios de mi vida”, relató.
También contó que en los próximos días se reunirá con su equipo, dedicará tiempo a su familia y se someterá a consultas médicas que no pudo realizar mientras estaba oculta en Venezuela.
Una salida clandestina en medio de la crisis con EE.UU.
Buena parte del interés internacional se centró en cómo logró abandonar Venezuela pese a la vigilancia del régimen. Según confirmó Machado, su salida fue “difícil” y contó con apoyo del gobierno de Estados Unidos.
The Wall Street Journal reveló que la dirigente partió en una lancha clandestina hacia la isla de Curazao, desde donde inició el viaje aéreo que la llevó primero a Estados Unidos y luego a Oslo.
Machado aseguró que el régimen no conocía su paradero, y dijo que en algún momento contará los detalles: “No creo que hayan sabido dónde he estado, y si lo hubieran sabido habrían hecho todo para impedirme llegar aquí. Un día podré contarles, porque no quiero poner a nadie en riesgo”.
Su aparición pública ocurre en un momento de tensión entre Caracas y Washington, que despliega desde agosto una flota naval en el Caribe y el Pacífico con el argumento de combatir el narcotráfico. Maduro acusa a Estados Unidos de planear su derrocamiento para controlar el petróleo venezolano.
Críticas al régimen y advertencias sobre la injerencia extranjera
Consultada por una posible intervención militar estadounidense, Machado respondió que Venezuela ya se encuentra “invadida”, pero por actores como agentes rusos e iraníes, organizaciones terroristas como Hezbollah y Hamas, la guerrilla colombiana y cárteles del narcotráfico. “Esto ha convertido a Venezuela en el centro del crimen en América”, afirmó, y aseguró que lo que sostiene a Maduro es “un sistema represivo muy poderoso y fuertemente financiado” por actividades ilegales como el narcotráfico, el tráfico de armas, el mercado negro del petróleo y la trata de personas.
Machado también elogió las acciones del expresidente estadounidense Donald Trump, a quien le dedicó parte del Nobel cuando fue premiada en octubre, y definió sus medidas sobre Venezuela como “decisivas”.
“Volveré cuando sea seguro”
Pese a que evitó dar fechas o detalles, la dirigente garantizó que regresará a Venezuela tan pronto como sea seguro. “Mi vuelta será cuando las condiciones sean propicias y no depende de la salida o no del régimen. Será lo antes posible”, aseguró. Además, subrayó que el régimen “se va a ir”.
Firme en su convicción, Machado cerró sus intervenciones reiterando su compromiso con la lucha democrática. “Tengo mucha esperanza de que Venezuela sea libre. Esto es una prueba de que los venezolanos somos capaces de lograr”, concluyó desde Oslo, en el día de su reaparición más importante desde que pasó a la clandestinidad en agosto de 2024.
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