Si bien las estadísticas reflejan una relación sana, la realidad es que en los últimos quince años la Argentina registró un déficit de US$52 mil millones en el intercambio, desafío por el cual Alberto Fernández designó al ex gobernador de Buenos Aires al frente de la embajada del país gobernador por Jair Bolsonaro.

 

 

 

En una entrevista concedida a Ámbito Financiero, Scioli explicó de qué se trató el nuevo lanzamiento comercial. “Realizamos una convocatoria de la que participaron muchísimas cámaras empresariales de todo el país. La cancillería definió la canasta exportable y estamos trabajando codo a codo con las distintas áreas del Gobierno argentino. El sector de agroalimentos, la integración energética, la infraestructura y los servicios son algunos de los focos”.

 

 

Si bien la noticia resulta alentadora, aún existen ciertas dificultades para acceder al mercado brasileño. “Hay trabas fitosanitarias, aspectos logísticos, reglamentaciones internas, como en el caso de la uva e incluso cuestiones judiciales, como en el caso de los langostinos. Estamos trabajando para destrabar todas estas problemáticas. Tenemos muy buenas expectativas, de que se superen estas barreras, yo expliqué con toda claridad que Argentina tuvo en los últimos quince años un déficit de 52 mil millones de dólares”.

 

 

 

Para el ex gobernador bonaerense la forma de equilibrar el desbalance comercial es incrementar la exportación. “El comercio bilateral se está recuperando. Esto va a ser permanente y sostenido. Estamos enfocados en la agenda de promoción comercial. Yo personalmente sigo cada una de las oportunidades, incluso de los sectores pyme que pueden crecer mucho. Hay un gran espacio para aumentar la cantidad de empresas que exportan, estoy convencido. Pero ese proceso va a depender también de la inserción de nuevos productos. El sector automotriz representa prácticamente el 50% del comercio y hay un acuerdo que por el que por cada dos dólares que importa Argentina exportamos uno. Esto se puede ir compensando con mayor cantidad de autopartes exportadas y también con la introducción de otros productos”.

 

 

La mitad del intercambio comercial se nutre del mercado automotriz que en los últimos meses sufrió algunas quejas del lado brasileño respecto a las importaciones. “Ese fue uno de los desafíos más grandes, es un tema que estaba realmente complicado. Ya pudimos encausarlo y darle previsibilidad. Firmamos un acuerdo al que suscribieron las 12 automotrices para la importación de 96 mil unidades”.

 

 

En un breve análisis, Daniel Scioli se refirió a la lista de productos argentinos que tienen más chances de progresar en el mercado brasileño. “Sabemos que somos muy competitivos en los alimentos y Brasil es nuestro principal destino, donde está el mayor volumen. Algunos de los productos que pueden crecer son las peras, manzanas, el ajo, los helados artesanales, las papas procesadas. También el tema de los vinos merece una atención especial porque Argentina está tercero en el ranking. Yo estoy convencido que si hacemos una buena promoción de la calidad de nuestros productos vamos a crecer. Observamos que hay oportunidades fuera de San Pablo, en regiones no convencionales del norte y del sur de Brasil, que no se caracterizaron por tener grandes volúmenes en el pasado. Allí podemos potenciar nuestras economías regionales. También tenemos mucho terreno para crecer en el sector energético”.

 

 

A mitad de año, comenzó a debatirse sobre la posibilidad de construir un gasoducto para exportar gas desde Vaca Muerta hacia San Pablo. “Es una obra muy sofisticada que requiere una gran inversión que tiene que salir del sector privado. Hay muchos interesado, desde China y Rusia que ya hicieron averiguaciones al respecto. Hay una necesidad de abastecimiento en el sur de Brasil y en el Gran San Pablo. El desafío es que llegue gas a un precio que incentive cada vez más compra. Es uno de los temas que hablé con el ministro de Energía de Brasil y con el secretario Darío Martínez“.

 

 

Sobre el final de la nota, el diplomático se refirió a la posibilidad de que Alberto Fernández y Jair Bolsonaro realicen un encuentro antes de fin de año. “Se van dando las condiciones. Hay predisposición de ambos. En noviembre es el día de la amistad Argentina-Brasil, ojalá se pueda dar en ese marco. Pero no se trata solo de que haya un encuentro, sino de que tenga una densa agenda de los temas comerciales. De que se haga con un sentido pragmático y buscando los puntos de interés en común para argentina Brasil, el mejor clima de negocios posible para que cada uno de los sectores pueda desarrollar sus actividades. Por suerte eso es lo que está prevaleciendo”.

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