Esta fecha adquiere mayor significado no solo al conmemorar a los hermanos de sangre, sino también a los hermanos espirituales, no consanguíneos. En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asignó esta celebración el 5 de septiembre, sin embargo, en tierras argentinas es una fecha distinta.

La palabra hermano se origina del latín “germanus” (germen), que a su vez proviene de la palabra gigno, que significa verdadero y exacto.

Un hermano o hermana se refiere a dos o más personas que están genéticamente emparentadas por vínculos consanguíneos o de afinidad, que comparten uno o ambos padres. Es una de las relaciones de parentesco más importantes, definida por una fuerte conexión emocional.

De otro lado, se consideran hermanos a aquellas personas que no tienen vínculos consanguíneos entre sí, manteniendo una relación cercana y afectuosa, la cual puede durar toda la vida.

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