Your browser doesn’t support HTML5 audio
La Sede Fiscal Descentralizada de San Carlos de Bariloche, encabezada por el fiscal general Fernando Arrigo, junto a los auxiliares fiscales Gustavo Revora y Tomás Labal, formalizó una investigación penal contra dos mujeres rusas, identificadas como D.Z. y N.P., por su presunta participación en una organización criminal internacional con fines de explotación sexual y reducción a la servidumbre.
Según la acusación, las imputadas formaron parte del grupo que captó en Rusia a una joven de 22 años, la trasladó a la Argentina y la mantuvo bajo coerción y engaños, utilizando como fachada un supuesto espacio espiritual y de yoga en la ciudad rionegrina. La víctima dio a luz a un bebé el 21 de marzo de este año en un hospital de Bariloche, lo que permitió descubrir el entramado.
Prohibición de salida del país y secuestro de pasaportes
Durante la audiencia, el juez de Garantías Gustavo Zapata dispuso mantener la retención de los pasaportes de las acusadas y prohibirles salir del país, medida que ya había sido tomada al momento de su detención. Ambas fueron demoradas tras una denuncia del dueño de una hostería de Neuquén, donde se alojaban, pocos días después de las primeras detenciones del resto de los integrantes de la red.
En esa oportunidad, la policía secuestró computadoras, teléfonos celulares y ropa erótica. Aunque las mujeres recuperaron su libertad, el avance de la investigación permitió encontrar nuevos elementos incriminatorios, motivo por el cual el Ministerio Público Fiscal avanzó en la formalización de los cargos.
El trabajo de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) fue clave para analizar los dispositivos electrónicos secuestrados y vincular digitalmente a las imputadas con el resto de la organización. El plazo de investigación fue extendido hasta el 3 de abril de 2026.
Revocan la prisión domiciliaria del líder
En paralelo, la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca resolvió revocar la prisión domiciliaria concedida al presunto líder de la organización, identificado como K.R., también de nacionalidad rusa. De esta forma, el tribunal confirmó su prisión preventiva, que se cumple en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal, en Rawson (Chubut).
La medida se tomó tras un recurso presentado por la fiscalía contra la decisión del juez Zapata, que había autorizado la prisión domiciliaria del imputado. La Cámara consideró que persistían los riesgos procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación, por lo que el acusado deberá permanecer detenido.
Cómo comenzó la investigación
El caso se originó a partir de una denuncia del personal médico del hospital de Bariloche, quienes alertaron sobre el estado de sometimiento de una joven embarazada rusa atendida en el centro de salud. Los profesionales también denunciaron que una de las mujeres intentó modificar la partida de nacimiento del bebé para inscribirlo como hijo del presunto líder de la organización.
A raíz de esta denuncia, la fiscalía ordenó allanamientos en propiedades alquiladas por la organización, donde se hallaron ventanas cubiertas, colchones en el piso, ropa erótica y pelucas. Además, el análisis de la información obtenida en los procedimientos reveló intentos de fuga del país por parte de los integrantes del grupo. Varias detenciones se concretaron tanto en el Aeropuerto Internacional de Bariloche como en el Aeroparque Jorge Newbery, en Buenos Aires.
Durante su arresto, el ciudadano ruso K.R. intentó autolesionarse con una hoja de afeitar, aunque fue rápidamente reducido por los agentes.
Antecedentes del líder y alcance de la red
De acuerdo con la fiscalía, el principal imputado K.R. sería el fundador de una secta surgida en Rusia en la década del ’90, que fue condenado a 11 años de prisión por abuso sexual. Tras su liberación, huyó de la República de Montenegro, donde pesa sobre él un pedido de comparendo emitido en octubre de 2024.
Con la ayuda de la Dirección Nacional de Migraciones, se estableció que el grupo ingresó a la Argentina en octubre de 2024 y que pretendía consolidar su presencia en el país y en Brasil. Según la hipótesis del fiscal Arrigo, el nacimiento del bebé en Bariloche formaba parte de una maniobra para que el líder obtuviera la nacionalidad argentina y luego gestionara la residencia brasileña, asegurando así la expansión de la red criminal en Sudamérica.
Actualmente, 19 personas permanecen imputadas en la causa, mientras la Fiscalía de Bariloche continúa reuniendo pruebas para determinar la extensión de la organización y el grado de participación de cada uno de sus miembros.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia

