Por Marco Bustamante

Hace pocas horas, mi compañero y amigo Federico Frick, uno de los grandes periodistas de policiales de nuestro país, me confiaba una primicia sorprendente: una fuente reservada, lo había alertado sobre un evento protagonizado por la tripulación de dos aviones que surcaban el cielo de nuestra Patagonia el pasado viernes. Los dos 737, se encontraron cara a cara con un misterio: por algunos minutos, vieron como objetos voladores no identificados (ovnis), se presentaban ante ellos como saludándolos, en la inmensidad de la noche fría y a miles de metros de altura.

La noticia es impresionante, otra vez aeronaves con pasajeros en dirección a Bariloche, se encuentran con aparatos de fabricación, presumiblemente no terrestre. Inmediatamente comencé a revisar entre mis contactos quien podía verificar la información. Porque sí, la regla de corroborar las historias con al menos tres fuentes, también aplica para el misterio.

Después de innumerables llamados, llegué a lo que se conoce como un “spotter”, personas como hobby, pilotos frustrados tal vez, deciden pasar sus noches escuchando interminables horas de conversaciones del tráfico aéreo nacional. En algunos casos, conocen el movimiento de las aeronaves comerciales en nuestro cielo casi tanto como muchos controladores profesionales.

Después de 45 minutos, llegó la confirmación, algo ocurrió en el cielo, la noche del viernes 09 de septiembre de este año, entre las 23 y 23.30 horas, sobre la localidad de Choele Choel, provincia de Rio Negro. No solo eso, ahora también conocía las matriculas de las aeronaves involucras en el evento, todos vuelos comerciales. Dos que viajaban con rumbo a Bariloche, el Boeing 737-76N matrícula LV-CAD que cubre el servicio ARG1932 y un Boeing 737-8SH matrícula LV-GGK que cumplía el vuelo regular ARG1928. En sentido contrario, rumbo a Ezeiza, volaba a 33000 pies el ARG1679, un Boeing 737-887 matricula LV-GVC y bastante más atrás, próximo al embalse Ezequiel Ramos Mexia, un cuarto avión, el FO5275 un Boeing 737-8AL matricula LVKCD, que probablemente, por la distancia, no pudo ver evento.

Rutas aéreas sobre la provincia de Río Negro y la ubicación de las aeronaves y el OVNI. FOTO: MARCOS BUSTAMANTE

 

Tres aviones, tres tripulaciones, cientos de pasajeros y 2 ovnis. Las comunicaciones son contundentes: “¿vimos el OVNI de Polanco?”, pregunta el comandante de uno de los aparatos de fabricación humana de bandera nacional. Del otro lado de la radio, su camarada responde: “estaba a punto de preguntar lo mismo”.

En rigor a la verdad no hablan de un artefacto, pero si de una luz, dos luces por momentos y hasta tres, que aparecían y desaparecían, que subían y bajaban. Una barbaridad, incapaz de imitar ni siquiera con nuestra aeronave más avanzada.

Boeing 737-76N matrícula LV-CAD que cubría el servicio ARG1932 durante la noche del viernes pasado. FOTO: MARCOS BUSTAMANTE

Los pilotos siguen hablando de lo que están viendo, lo ubican sobre el horizonte y en un cuadrante distinto a nuestro satélite natural, “la luna está para el Este, esto se encuentra un poco debajo de la cruz del sur”. Alguien acota: “estamos viendo el espectáculo acá, es increíble”. Una empresa chilena pide pista uno en Ezeiza, de apoco todo vuelve a la calma, es que después de todo, van sentados en la punta de un tubo de aluminio que vuela a 37.000 pies y a 800 kilómetros por hora.

Boeing 737-8SH matrícula LV-GGK que cumplía el vuelo regular ARG1928. FOTO: MARCOS BUSTAMANTE.

Volvamos a los dos aparatos que nos interesan, el ARG1932 y el ARG1938; los dos aviones que se dirigían a Bariloche son los que ven los OVNIs, cuando comienzan a observar el fenómeno, probablemente todavía estaban en el cielo de la provincia de La Pampa, entrando a toda velocidad en el cielo rionegrino. Una aclaración, decimos que son las aeronaves de interés, porque las otras dos tenían atrás el fenómeno.

En un tramo de la charla entre los pilotos, se puede escuchar claramente como uno de estos avezados hombres comenta que están viendo “el ovni de Polanco”, un caso relevante que data de 1995.

Hablan de que los otros dos “aparatos” tendrían una ubicación aparente sobre la localidad de Choele Choel. Los OVNIs se movían, aparecían y desaparecían. De nuevo, estamos hablando de pilotos profesionales, hombres que pasan sus días en el cielo y que saben identificar claramente cada cosa que aparece en el firmamento. Ah, y por las dudas, los satélites de Elon Musk no pasaban por la zona en ese momento. El evento ocurre entre las 23 y las 23.30 del viernes, el ultimo aparato de Starlink cruzó la noche a las 22.45, inmediatamente después entraron en lo que se conoce como el cono de sombra.

Leé más notas de La Opinión Austral