“No, por favor. Con mi hijo no” fue la súplica de un hombre que estaba siendo agredido en el interior de su casa minutos antes de ser asesinado, aparentemente en el contexto de un hecho de robo.
La frase fue dicha por Andrés “Cachumba“ Oliva, un hombre oriundo de Córdoba que había encontrado en el sur su lugar para echar raíces y, apenas meses antes, había logrado que su hijo de 17 años viniera a vivir con él.
A “Cachumba” le decían así por su look parecido al cantante de cuarteto y su procedencia. Había estado viviendo un tiempo en Río Gallegos, pero encontró en Piedra Buena el lugar para vivir cómodamente y en paz junto a su hijo. Lamentablemente, una serie de sucesos terminaron con él falleciendo en el interior de una morada ubicada en la calle Benigno Fernández.
Todo se registró entre la noche del 19 de diciembre y la madrugada siguiente. “Cachumba” estaba tomando algo en su casa con Cristian, su hijo y luego decidieron ir a los bares de la ciudad del interior de la provincia. Primero fueron a El Argentino y luego a Aonikenk, una vez que el primer lugar cerró sus puertas.
En ese interior se cruzaron con un conocido. Jorge Linares, un laboratorista que trabajaba en las represas y con Luis Barrera, un joven de baja estatura que trabajaba en la Municipalidad y Áaron Rodríguez, amigo del último que hacía changas como albañil.
Cuando cerró Aonikenk, ya todos estaban alcoholizados y “Cachumba” los invitó a seguir la noche en su vivienda. En un momento se arrepintió de hacerlo por recomendación de su hijo, pero, finalmente, todos fueron a la casa donde ocurriría el horror.
Cristián se fue a dormir un tiempo después de llegar. “Se me había apagado la tele, me habían regalado tequila“, diría en el juicio que se hizo este martes en la Cámara Oral. Lo que pasó después es confuso. Tanto Rodríguez como Barrera (los únicos que eran amigos de verdad al momento del suceso) dijeron que ellos vieron a Linares golpear a Oliva, tras haberle robado el celular.
Diferente fue la versión de Linares. Él dio detalles sobre los dichos de la víctima, al momento de ser sometidos por Rodríguez y Barrera, con la frase que dio inició a esta nota entre otras. Según el testimonio de éste último en instrucción, los otros acusados le dijeron: “¿Ahora que conseguimos escabio te vas a ir, p...?” o “Vos callate la boca, si no sabés que este cobró 80 mil pesos“.
El debate comenzó en horas de la mañana del martes en las instalaciones de la Cámara Oral de Río Gallegos. El mismo fue presidido por Jorge Yance, junto a él estuvieron los vocales titulares Joaquín Cabral y María Alejandra Vila.
Aunque no hubo querella, quien representó los intereses de la sociedad fue el fiscal Federico Heinz, junto a él estuvo Analía Molina como Jefa de despacho. Cristian Arel y Gabriel Bertorello fueron los abogados de Barrera, Berta Vivar defendió a Linares y Emin Charif Sat hizo lo propio con Áaron Rodríguez.
En principio, ninguno de los acusados había declarado por lo que se hizo lectura de sus indagatorias en la etapa de instrucción. Allí surgieron las diferencias sobre lo ocurrido. Como dato, Linares fue acusado de ser el autor de los cortes con un cuchillo en el cuello de “Cachumba” y de los golpes con un pasacañas siempre con la mano izquierda. Lo curioso es que él dijo que era diestro.
Él dijo que fue Áaron quien sacó una navaja entre sus pertenencias y redujo a Oliva, mientras Barrera pateaba a a la víctima en el suelo. Las testimoniales no ayudaron mucho en la búsqueda de la verdad y justicia. Cristián que estaba en el domicilio al momento del suceso, pero que estaba durmiendo y alcoholizado, no reconoció ni el cuchillo secuestrado ni el pasacañas como propiedad de su padre.
En el debate, Barrera se mostró nervioso en todo momento. Rodríguez se escondió detrás de su abogado y Linares estuvo con la cabeza gacha hasta el final del juicio donde pidió ratificar lo que había dicho en la instrucción de la causa. La valoración de pruebas pasó a cuarto intermedio hasta la mañana del miércoles cuando se conozcan los alegatos
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