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Una tensa noche se vivió este jueves en Río Gallegos, cuando una mujer denunció que su nieta de ocho años había desaparecido de su casa en circunstancias confusas. La rápida intervención policial y el trabajo coordinado con vecinos y familiares permitieron ubicar a la menor en buen estado, aunque el relato posterior de la niña encendió las alarmas de las autoridades.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que la secuencia comenzó alrededor de las 20:10 horas, cuando el Centro de Despacho de la policía recibió un llamado solicitando presencia en una vivienda ubicada sobre calle García Lorca al 2400, en el corazón del barrio Evita de la capital de Santa Cruz.

La pequeña había dejado incluso su teléfono celular, un detalle que aumentó la preocupación

En el lugar, la abuela de la menor relató que, mientras se encontraba junto a su nieta en el domicilio, se dirigió unos instantes al baño y, al salir, advirtió que la puerta principal estaba abierta y que la niña no estaba. La pequeña había dejado incluso su teléfono celular, un detalle que aumentó la preocupación.

La Policía realizó rastrillajes en la zona pero con resultados negativos. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Inmediatamente, la mujer salió a buscarla por la zona y consultó a vecinos, quienes aseguraron no haberla visto. Ante la gravedad del hecho, personal policial inició un rastrillaje por las inmediaciones, en el que también participaron familiares. Uno de los primeros puntos visitados fue la casa del padre de la menor, aunque este no se encontraba presente.

La nena fue encontrada por una tía que es integrante de la Policía. Estaba llorando cerca de la casa de una amiga.

La búsqueda dio un giro cuando la madre de la niña informó a las autoridades que una tía, integrante de la Policía provincial, había localizado a la menor en la intersección de Juan Manuel de Rosas y Salgado, a pocos metros de la casa de una amiga. La encontraron llorando, acompañada por dos perros, en la parte externa de la vivienda.

La niña fue trasladada al Hospital Regional  junto a su abuela, siguiendo el protocolo de protección infantil. Allí, ante la presencia de personal de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, relató un episodio que elevó la preocupación: aseguró que dos hombres habían ingresado a su casa y que uno de ellos intentó taparle la boca, momento en el que logró defenderse mordiéndole la mano antes de escapar.

Las autoridades tomaron declaración a familiares y a la amiga en cuya casa se refugió la menor, además de realizar diligencias en el domicilio y dar intervención a la División de Investigaciones. Por el momento, se mantienen abiertas todas las líneas de trabajo para determinar si se trató efectivamente de un intento de secuestro o si existieron otras circunstancias que expliquen lo ocurrido.

En ese sentido, fuentes consultadas por este diario indicaron que la existencia de cámaras de seguridad y el testimonio de una vecina, darían cuenta que la situación no habría sido tal como fue expuesto en primer término con los presuntos sospechosos sacando a la menor de la vivienda a la fuerza.

Versión falsa

En la jornada del viernes, a través de la plataforma de WhatsApp y sus estados, comenzó a circular una versión del hecho que era mucho más cruenta.

Según pudo saber este diario, esta trama -alejada de la realidad de los hechos- daba cuenta de una serie de abusos, el rapto consumado y hasta un hecho de privación ilegítima de la libertad y de humillación pública. Fuentes consultadas por La Opinión Austral expresaron que se trató de un intento “burdo” de satirizar o llevar la situación a algo más grave y “morboso”.

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