El titular del juzgado de Instrucción Penal y Juvenil N°1 de Puerto Deseado, Oldemar Villa, declaró que el asesinato de Rocío Trigo “sin dudas se trató de un femicidio, aunque no hay a quien imputárselo”, dado que el autor se quitó la vida.

La comunidad santacruceña se encuentra profundamente golpeada por la muerte, principalmente los residentes de Puerto Deseado. La justicia determinó que se trató de un femicidio con un posterior suicidio por parte del femicida.

El crimen fue anticipo exclusivo de www.laopinionaustral.com.ar en la noche del jueves, cuando la Policía llegó a la casa donde ocurrió el horror.

Rocío Trigo trabajaba en una empresa de servicios. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Han pasado solamente 24 horas del terrible suceso que aconteció en la calle Lago Argentino al 1600. Restan tomar algunos testimonios que podrían dar mayor claridad sobre lo que tuvo lugar en momentos previos al crimen.

Rocío Trigo, de 21, era integrante del gremio UOCRA, su madre es delegada de ATE, mientras que su padre es director técnico de futbol de uno de los clubes más conocidos de la ciudad. Fue asesinada mediante múltiples golpes de puño en el pecho y en el rostro. Se estima que uno de los golpes impactó en la zona torácica, fue el que le provocó un paro cardiorrespiratorio, causándole la muerte.

Coitiño de 31 años tenía problemas de adicciones.

Jesús Coitiño, posible autor de 31 años de edad, luego de haber asesinado a su amiga, decidió quitarse la vida, empleando una cortina de baño que habría sujetado contra la puerta de la habitación, provocándole la muerte mediante ahorcamiento. Coitiño le envió un mensaje a un amigo, lamentando que “se le fue la mano” y advirtiendo que se iba a quitar la vida.

La última comunicación de Rocío con su madre fue a través de un mensaje: “Ma, me quedó en lo de un amigo a jugar a las cartas, voy a llegar tarde” pero nunca volvió a su vivienda.

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