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El Juzgado N° 2 de Río Gallegos, subrogado por el juez Fernando Zanetta, fue el escenario de la declaración indagatoria de José Cabrera, único detenido por la desaparición del empresario Nelson Ariel Romero. Cabrera, cabo del Ejército, fue detenido luego de que se encontraran objetos personales de Romero en su poder, sin embargo, en su testimonio aseguró no tener relación alguna con la desaparición.

Según relató el abogado defensor, Jorge Trevotich, Cabrera explicó que la noche del lunes, alrededor de las 22 horas, salió de su casa para hacer compras en un comercio cercano. En su camino, se topó con la camioneta de Romero, una Ford Ranger con los vidrios traseros cubiertos de nylon. Al acercarse, encontró unas llaves en el suelo y, al probarlas, notó que coincidían con el vehículo. Impulsado por la curiosidad y temeroso de ser visto por los vecinos, decidió subir a la camioneta y conducirla unos metros hasta estacionarla frente a su domicilio en el barrio 366 Viviendas.

Una vez en su casa, Cabrera descubrió que su ropa estaba manchada con sangre. Al día siguiente, utilizó las tarjetas de crédito de Romero para realizar compras, entre ellas un pago de 500.000 pesos por un celular, transacción que vinculó a su número de teléfono. Pese a estos hechos, Cabrera negó cualquier implicación en la desaparición del empresario y sostuvo que su única acción fue sustraer las pertenencias encontradas en la camioneta.

Según pudo conocer La Opinión Austral, en la casa del suboficial, además de la billetera y el celular de Romero, la Policía de Santa Cruz encontró con luminol manchas de sangre, no sólo en su ropa sino también en su pistola, además de la llave de la camioneta.

El abogado Trevotich subrayó que la acusación por homicidio agravado que pesa sobre su cliente es extremadamente grave y que la defensa se enfocará en demostrar que, en todo caso, Cabrera cometió un hurto, no un homicidio.

Además, afirmó que hasta el momento las pruebas en su contra son débiles y que la investigación aún tiene mucho por aclarar, incluyendo la identificación de quien conducía la camioneta en las distintas cámaras de seguridad de la zona.

El caso, que mantiene en vilo a la comunidad de Río Gallegos, se complica con cada nueva revelación.

Según reveló Trevotich del expediente, “una cámara de seguridad captó dos destellos cerca de la chacra de Romero”, lo que podría indicar la presencia de disparos. Sin embargo, aún falta determinar si Cabrera fue el responsable de esos disparos o si se trata de otro implicado en el caso.

La Justicia tiene un plazo de 10 días hábiles para definir si Cabrera será procesado con prisión preventiva, mientras que la familia de Romero sigue esperando respuestas sobre el paradero del empresario, cuya última comunicación fue un mensaje de texto enviado el lunes por la noche.

Mientras tanto, la investigación avanza con nuevas pericias, rastrillajes y la esperanza de esclarecer lo ocurrido con Nelson Ariel Romero.

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