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Una mega causa de narcotráfico conmocionó a Río Gallegos durante el fin de semana, cuando se reveló la cantidad de droga incautada por el personal de Gendarmería Nacional: ocho kilos de cocaína y treinta y cinco de marihuana habían sido confiscadas antes de su distribución.

Se trata de una operación que, de haber llegado a las calles, podría haber sido millonaria para aquellos que se enriquecen a costa de los consumidores de estas sustancias, representando un grave riesgo para la salud pública.

El operativo, denominado “Santa Rosa Verde y Blanca“, fue llevado a cabo por el personal de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Río Gallegos, con la anuencia del Juzgado Federal de Primera Instancia de Río Gallegos, a cargo de Claudio Marcelo Vázquez, y la Secretaría Penal, dirigida por Carlos Alberto Cerizoli.

Como adelantó La Opinión Austral, los procedimientos se realizaron en siete domicilios particulares de nuestra ciudad capital, donde se incautaron 35.417,07 gramos de marihuana y 8.525,2 gramos de cocaína. Además, se encontraron algunas pastillas de éxtasis, hongos alucinógenos y otros elementos de interés para la causa, como dinero en moneda argentina y dólares, que podrían ser fruto de estos negocios ilícitos.

Cuatro personas fueron detenidas por esta causa; todas mayores de edad y argentinas. Cabe destacar que el cabecilla de la banda tiene antecedentes por delitos similares. Los detenidos quedaron alojados en diferentes dependencias policiales de la ciudad y, tras su arresto, fueron trasladados a la sede que lleva adelante la investigación para ser notificados de la causa en su contra y tener la oportunidad de presentar su versión de los hechos.

Fuentes judiciales consultadas por este diario indicaron que dos de los acusados se negaron a declarar, mientras que los otros dos afirmaron no tener conocimiento ni participación en la banda criminal. A pesar de esto, todos fueron devueltos a las unidades de detención a la espera de su posible procesamiento.

Como se adelantó, la investigación para desmantelar a la banda demandó un año y se ejecutó durante el viernes y el sábado. Según pudo saber este diario, la modalidad consistía en una entrega programada, en la que una persona enviaba la droga desde el norte del país, aunque el lugar de procedencia no está del todo claro. “Estamos esperando el peritaje de los celulares“, adelantó una alta fuente investigativa abocada a la causa.

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