Your browser doesn’t support HTML5 audio

En la noche del sábado, la tensión sobrevoló la ciudad de Río Gallegos. Una mujer había sido encontrada casi sin signos vitales en su domicilio, y se activó el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género (Femicidio/Feminicidio), al cual está adherida la provincia de Santa Cruz.

El suceso se registró entre la tarde y la noche del sábado, en una casa ubicada en la calle Grillo al 400, en el corazón del barrio Natividad de Jesús, de la capital santacruceña. La víctima se llamaba Margarita Vega, una vecina de 56 años que, en sus redes sociales, seguía muchos perfiles vinculados a la religión cristiana.

Además, compartía numerosas fotos con sus familiares y junto a su esposo, un hombre de apellido Cayupil, quien trabaja en Vialidad Provincial. No existían indicios de situaciones violentas, más allá de algunos comentarios “de barrio” que señalaban que tanto ella como su pareja consumían alcohol con frecuencia.

Fue cerca de las siete y media de la tarde cuando un familiar llegó a la vivienda y se encontró con la situación que culminó en la detención preventiva de Cayupil.

Fuentes consultadas por La Opinión Austral indicaron que el cuerpo de Margarita se encontraba tendido boca arriba en la cama matrimonial, con escasos signos vitales. Como dato adicional, ese mismo día unos trabajadores habían acudido a cambiar un cristal roto, y se percibía un fuerte olor a pegamento, aunque nada de esto parecía estar relacionado con la muerte de la vecina.

Según pudo saber este diario, el familiar llamó a la Policía y al hospital. Cuando los agentes llegaron, notaron algo llamativo: Cayupil tenía una herida en la nariz que había manchado el lugar con sangre, además de presentar moretones en otras partes del cuerpo.

Ante la sospecha razonable de que el hombre podría haber cometido un delito grave, se activó el protocolo mencionado anteriormente y se ordenó un allanamiento en la vivienda, donde se secuestró una gran cantidad de elementos que serán sometidos a peritajes.

En el caso intervino el Juzgado de Instrucción N.º 2, a cargo de la jueza Yamila Borquez, quien dispuso una serie de medidas con el objetivo de establecer con certeza las circunstancias del fallecimiento de Margarita. Con el pasar de las horas, y gracias al relevamiento realizado por la Policía de Santa Cruz, comenzó a surgir algo de claridad respecto al contexto en el que vivía la víctima.

Tanto ella como Cayupil padecían enfermedades de base. Margarita, por ejemplo, tenía trombosis en ambas piernas; y su esposo, una enfermedad glucémica. Si bien Cayupil presentaba lesiones, se pudo establecer que los moretones no eran recientes, sino producto de caídas por pérdida de equilibrio derivada del consumo de alcohol, al igual que el corte en la nariz.

FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

De manera preventiva, se secuestró la historia clínica de la mujer. En relación con la primera revisión realizada sobre los restos de Margarita, se determinó que su cuerpo no presentaba signos de violencia ni de intervención criminal.

De este modo, y considerando tanto el contexto en el que vivía la pareja como la ausencia de indicios de un delito, la Justicia resolvió liberar a Cayupil. Aunque aún resta conocerse el resultado de la autopsia, que se realizará en las próximas horas, todo indica que la muerte de Margarita se debió a alguna de las enfermedades que padecía, y no se trató de un femicidio como se sospechaba en un primer momento.

Leé más notas de La Opinión Austral