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Este martes se dio a conocer la sentencia contra Ivar Martens, un joven de Río Gallegos que, en febrero del año pasado, conducía una camioneta Toyota Hilux y terminó embistiendo un Volkswagen Bora haciendo que falleciera una joven madre.
El caso tuvo como víctima a Soledad Maidana, integrante del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) que volvía a su casa luego de hacer adicionales en un conocido local nocturno de la localidad.
Era la madrugada del 22 de febrero cuando Soledad murió de una lesión en la base del cráneo, producto del “latigazo” que sintió tras el fuerte impacto. Ella viajaba como acompañante en uno de los asientos traseros del Bora. Sus compañeros también terminaron con lesiones, uno de ellos con heridas que, hasta el día de hoy, le dejaron secuelas.

Soledad Maidana era madre de dos menores de edad. FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL

Durante la última semana de noviembre se realizó el debate de valoración de pruebas contra Martens. Como dato, él presenció algunas partes del debate y se lo pudo ver en silla de ruedas producto, también, del incidente vial en el que murió Maidana.
El eje central del debate fue determinar si Martens era consciente o no del hecho y si se trataba de un homicidio culposo o uno simple con dolo eventual. Es decir, si sabiendo que manejaba a alta velocidad, en estado de ebriedad y bajo los efectos de la marihuana, lo continuaba haciendo, haciendo caso omiso a la potencial peligrosidad.

Ivar Martens, con muletas, siendo trasladado de un patrullero a la sala contigua de la Cámara donde siguió el juicio. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Durante los alegatos que se hicieron en la jornada del 1 de diciembre, las partes dieron a conocer sus alegatos y pedidos de pena ante el tribunal conformado por María Alejandra Vila, Yamila Borquez y Marcelo Bersanelli.
Tal como lo informó La Opinión Austral, el querellante Gabriel Giordano había solicitado que el caso se encuadre como homicidio simple con dolo eventual, solicitando la pena de quince años de prisión, mientras que la Fiscalía, por su parte, representada por Verónica Zuvic, entendió que se trató de un homicidio culposo pidiendo la pena de cinco años de prisión.

Los jueces Yamila Borquez, María Alejandra Vila y Marcelo Bersanelli. FOTOS: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Por su lado, Jesús Moroso, abogado defensor de Martens, había pedido que se le dé la mínima por homicidio culposo (tres años) manteniendo la prisión domiciliaria o la absolución de su cliente.

La sentencia

Este martes, cerca del mediodía, la explanada de la Cámara Oral, emplazada en la calle Malaspina 41, nuevamente fue copada por los seres queridos de Soledad. Con banderas y carteles pidiendo justicia llegaron esperanzados con que el tribunal diera lugar a lo pedido por Giordano en su alegato.
En la previa, Luis Maidana —padre de la víctima— había indicado a LU12 AM680 que esperaba que al tribunal “no le vendieran gato por liebre” y que esperaba que “no mataran a Soledad por segunda vez”, esperando que el caso sea caratulado como homicidio simple con dolo eventual.

Los allegados a Soledad en el ingreso a la Cámara. FOTOS: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Ya pasado el mediodía, dentro del recinto, ingresaron familiares tanto de Soledad como de Martens. Como dato, en esta oportunidad, el acusado no estuvo en la sala y fue representado por su abogado Jesús Moroso. Del otro lado de la sala estuvieron Verónica Zuvic y Gabriel Giordano.
En una calma tensa, la única oradora fue María Alejandra Vila, quien dio lectura a la parte resolutiva del fallo. La presidenta del juicio explicó cómo sería la jornada ante los presentes que estuvieron en silencio, expectantes sobre lo que podría pasar.
Condenar a Ivar Simón Martens, de las demás circunstancias personales de figuración en autos, a la pena cinco años de prisión efectiva y cinco años de inhabilitación especial para conducir vehículos automotores, por considerarlo autor penalmente responsable del delito de “homicidio culposo y lesiones graves culposas (dos víctimas), ambos agravados por haber sido cometidos mediante la conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria de un vehículo automotor, en concurso ideal con lesiones leves culposas (dos víctimas)”, expresó la jueza mientras comenzaba a aparecer un murmullo entre los presentes.

Los seres queridos de la víctima fatal con carteles en la sala. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Allí se cumplió lo que Luis había dicho en la previa, “que la plata no me importa”, ya que Vila continuó diciendo que se condenó civilmente a la empresa Fuerza Patagónica (propiedad de los Martens) al pago de 150 millones de pesos para la reparación del daño material, el daño psicológico (costo de tratamiento), el daño moral y la pérdida de chance de sostén económico para los abuelos y los hijos de Soledad. Aunque ya a nadie le importaba.
Hubo un pequeño tumulto tras conocerse la sentencia, ya que los familiares del ahora condenado se retiraron de la sala por una salida lateral, mientras los seres queridos de la víctima intentaban reprocharle algo con insultos.

El después

Corruptos. Corruptos de m…”, apuntando directamente hacia los jueces mientras se retiraban del estrado. Desde allí, la tensión creció minuto a minuto.

La furia de Micaela, la hermana de Soledad Maidana tras conocer el fallo contra Ivar Martens, mientras se retira la familia del condenado. FOTOS: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

A la par, se escuchó otra frase dirigida al tribunal: “Ahí graben a la familia de m…”, pronunciada por uno de los presentes mientras la familia abandonaba la sala envuelta en llanto y bronca.
Micaela Maidana, una de las hermanas de Soledad, habló en medio del llanto y cargó con dureza contra la fiscal del caso: “La Zuvic, ¿qué representa? Todo tenía para homicidio doloso. ¿Dónde están Benjamín y Martina para ellos? ¿A quién representa? ¿Qué moral tiene para representar a alguien?”, cargando directamente contra la fiscal de Cámara que no contempló que el caso se encuadre como homicidio doloso.
Desde que se conoció el caso de Soledad, la agrupación “Familias del Dolor” estuvo junto a los seres queridos de la joven policía y, este martes, también dijeron presente para apoyar a los dolientes.

Mabel Maidana, madre de Brianna Matulich, consolando a Verónica Luna. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Entre ellos estuvo Jorge Matulich, padre de Brianna, la menor que perdió la vida tras ser atropellada en la última noche del 2023 en la autovía 17 de Octubre, y lamentó la condena impuesta y apuntó contra la falta de respuesta institucional: “Hagan todo lo mal que hizo Ivar… vivió en excesos, se drogó, ignoró a sus compañeros y provocó la bronca que ha costado una vida. Y tiene cinco años de prisión domiciliaria. Hay vecinos que dicen que estaba con la pelota en el patio de su casa”.
Matulich también cuestionó el mensaje que el fallo envía a la sociedad: “Tienen más chances de salir, divertirse, andar de joda… si matan a alguien, la condena es leve”. Pidió además que los juicios sean más rápidos y criticó que muchas familias deban esperar años para obtener una fecha de audiencia.

Luis Maidana hablando con La Opinión Austral. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Luis Maidana, por su lado, aseguró que la familia no abandonará el reclamo: “Vamos a seguir luchando. No puedo decir mucho más, pero vamos a seguir. Hoy volvieron a matar a mi hija. Mataron otra vez a Soledad”, expresó acongojado tras conocer el fallo.“Este es el mensaje que le dan a la sociedad. Un borracho, un drogadicto puede quitarle la vida a una persona. Yo siempre, como creyente, decía que a nadie le toque lo que me tocó hoy. Lastimosamente ruego, ojalá le toque a la Vila, ojalá le toque a Zuvic, ojalá le toque a los que estuvieron representando por la parte civil. Como dije, la plata a mí me va y me viene. Sí, yo me ensarté hasta más poder para poder pagar los préstamos que saqué para pagar un abogado y me hago cargo de lo que digo. La plata se la pueden meter en el c… la vida de una persona no vale ningún dinero”.
Otro de los hermanos de Soledad, Sebastián, expresó uno de los discursos más duros y desesperados tras conocerse la sentencia: “Tanto Ivar como su familia no van a vivir tranquilos. Tienen las manos manchadas de sangre”.

La esquina de Juan B. Justo y Vélez Sarsfield tras el siniestro fatal donde perdió la vida Soledad Maidana. FOTO LEANDRO FRANCO / LA OPINIÓN AUSTRAL.

Remarcó que la familia apelará la decisión: “Se va a apelar, tenemos diez días para eso. Pero el mensaje que dejan es que un borracho, un drogadicto puede quitar una vida y recibe cinco años”. También apuntó contra la fiscal y los jueces: “No nos representan. A esta gente hay que sacarla”.
Fue pasadas las doce y media del mediodía cuando los seres queridos de la joven terminaron saliendo a la explanada que, un poco más de una hora antes, habían pisado con esperanza. Verónica Luna, madre de Soledad, se descompensó y debía ser subida a un vehículo estacionado a unos metros. Luis, visiblemente consternado, apenas intercambió algunas palabras con su abogado para la presentación que se hará en los próximos días antes de la feria judicial que comenzará el próximo 18 de diciembre.

El porqué de la domiciliaria

Si bien Martens recibió una pena que no es excarcelable, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria con tobillera electrónica. Este diario pudo saber que el tribunal ordenó que se verifique periódicamente, cada tres meses, si Martens se encuentra en condiciones de ser alojado en un establecimiento penitenciario.

Tras el incidente, Martens terminó con lesiones y está en silla de ruedas. FOTO: LEANDRO FRANCO/ LA OPINIÓN AUSTRAL

Es importante destacar que la defensa había solicitado la prisión domiciliaria como medida sustitutiva en el caso de una condena, teniendo en cuenta el estado actual de salud de Martens y la sentencia de determinación de apoyos. Esta situación de salud es una secuela del accidente, ya que los peritos psicólogos y psiquiatras coincidieron en que la afectación cognitiva y la amnesia disociativa se desarrollaron después del hecho traumático y no antes, descartando así que su inconsciencia hubiese sido una eximente de responsabilidad penal.
De esta manera y, aunque la condena no esté firme a la espera de las potenciales presentaciones que puedan realizar en los próximos días, la Cámara dio cierre a uno de los casos más resonantes en el último tiempo en Río Gallegos.

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