El director general de Material de la Armada, contralmirante David Fabián Burden, prestó declaración testimonial en el Juzgado Federal de Caleta Olivia. Dijo que en base a sus investigaciones, la nave tuvo que haber implosionado cuando sin control llegó o superó la profundidad de los 450 metros.

* Corresponsalía Caleta Olivia

Se trata de uno de los oficiales en actividad de mayor trayectoria profesional en Armada y además de haber recibido varias condecoraciones y cumplido misiones en Estados Unidos, Alemania e Inglaterra, es licenciado en sistemas navales de propulsión.

Por su Dirección de Material pasaban parte de los presupuestos de reparaciones que se requerían realizar al submarino, varias de las cuales eran un complemento del programa “media vida” que mayoritariamente se concretó en el año 2014 antes de que él asumiera la jefatura de esa área, en diciembre de 2016.

La audiencia en el Juzgado Federal de esta ciudad comenzó minutos después de las nueve de la mañana y se extendió por casi tres horas, habiéndose excusado de formular declaraciones periodísticas.

No obstante, las respuestas a las preguntas que le formularon fueron dadas a conocer por la doctora Yáñez y los abogados querellantes Lorena Arias, Luis Tagliapietra y Sonia Kreischer.

Estuvo en Alemania

En ese contexto pudo saberse que Burden viajó en los primeros días de diciembre de 2017 a Alemania donde tomó contacto con responsables del astillero Thyssen Nordseewerke, en el cual se construyó el ARA San Juan, el cual fue botado en junio de 1983.

Su objetivo fue procurar establecer cuál pudo haber sido la falla que causó la tragedia y además enlazó esa investigación, mediante videoconferencia, con expertos del Centro Internacional de Viena (Austria que fue el que detectó una explosión hidroacústica en el Atlántico Sur, justamente en la zona de ruta del submarino el mismo día en que se produjo la tragedia.

En base a los datos recopilados, llegó a la conclusión que el ARA San Juan implosionó a unos 450 metros o más de profundidad, de acuerdo a las ondas captadas por el organismo internacional.

Cabe recordar que el plano máximo de capacidad del navío era de 350 metros, pero durante su última misión no podía sumergirse a más de 100 por falta de una certificación vinculada a la seguridad de sus escotillas.

Además, al igual que el testimonio que brindaron los tres oficiales navales que integran la Comisión Investigadora Interna de la Armada (que depende del Ministerio de Defensa Burden estimó que los serios problemas se originaron por el ingreso de agua de mar a través del snorkel a las baterías.

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