Caso Abigail: el 6 de agosto se sabrá si absuelven a Karla Orellano, la mamá de la beba asesinada hace 11 años

Este lunes finalizó el receso invernal del Poder Judicial en Santa Cruz y la lenta rueda de la Justicia volvió a girar por los pasillos de los juzgados de la provincia.

Dentro de las primeras resoluciones que se esperan para esta segunda parte del año, se espera que el miércoles de la semana entrante, el máximo tribunal de la provincia de a conocer su veredicto tras un pedido de revisión de pena efectuado por una mujer condenada a prisión perpetua.

Se trata del caso Abigail Tortello. Una de las historias más cruentas que se registraron en el último tiempo en Río Gallegos: una beba de apenas unos meses murió por el conocido síndrome del “bebé sacudido”, en un episodio que se registró en una precaria vivienda del barrio Belgrano de la capital de Santa Cruz, en agosto del 2014, hace ya once años.

Los acusados y condenados son Carlos Tortello y Karla Orellano, durante el debate que se hizo el año siguiente quedó determinado que Abigail sufrió un maltrato constante por sus padres desde que nació hasta los siete meses. “A los padres de Abigail se los acusa –en fecha que no se ha podido determinar- pero puede decirse que fue con posterioridad al 21 de enero del año 2014 -nacimiento- hasta el 20 de agosto, en forma reiterada fue víctima de maltratas físicos por parte de sus padres, sucesos que ocurrieron en el interior de la casa que habitaban de calle Junín al 1900, donde le practicaron golpes, sacudidas, compresión, lesionando de consideración distintas partes del cuerpo. Lesiones que se fueron produciendo paulatinamente en diferentes circunstancias en el tiempo, hasta que finalmente los golpes y sacudidas que le dieron con anterioridad al 20 de agosto, le provocaron lesiones de tal entidad que culminaron con su deceso el 25 de agosto del 2014.” indicaba la acusación en su contra.

El tiempo fue pasando. Karla actualmente se encuentra en el Anexo 3 de la Alcaidía de Río Gallegos mientras que Tortello pasa sus días en la Unidad Penitenciaria Zona Centro, en la ciudad de Puerto San Julián.

A fines de junio de 2025, luego que la Defensoría General de la Nación logró anular la sentencia de la madre y pidió que un nuevo juicio se realizara con un nuevo tribunal, ya que, para decirlo a grandes rasgos, no se tuvo en cuenta el contexto de violencia en el que vivía la mujer. La audiencia se realizó a fines de junio del 2025 y la defensa de Orellano solicitó la absolución de su clienta mientras que el fiscal general Lisandro De la Torre pidió que se mantenga la calificación legal contra la mujer.

Tras la audiencia, Mariel Suárez, la abogada de Orellano habló con LU12 AM680 y había calificado de “alarmante” que, en el primer juicio contra su clienta no se haya tomado en cuenta el contexto de violencia de género en el que se encontraba la ahora condenada.

Un dato estremecedor, que refuerza la tesis de la defensa, es la presencia de operadores del Estado las 24 horas en el domicilio de Karla desde mayo hasta fines de agosto de 2014, días en los que ocurrió la tragedia. La clave radica en el momento del hecho: Karla había salido de la casa a las 8:45 de la mañana con una operadora, la señora Marisa Ramírez, precisamente para denunciar la violencia que padecía.

Fue en ese lapso temporal, mientras Tortello permaneció solo en la casa con la beba, cuando supuestamente se produjeron las lesiones mortales. Este crucial detalle, que la saca del lugar del hecho en el momento crítico, no fue debidamente ponderado por el tribunal en su momento según Suárez.

Ahora, el miércoles de la próxima semana al mediodía, todas las miradas estarán puestas en una de las esquinas de Kirchner y Chacabuco, en el Tribunal Superior de Justicia, donde se conocerá que ocurrirá con uno de los casos más resonantes del último tiempo en Santa Cruz.