Familiares y amigos se movilizaron reclamando justicia por el crimen de Saúl Anticaneo, un joven payador de 28 años, que fue asesinado de tres disparos en la cabeza mientras dormía en su departamento de Río Mayo.
Este sábado, familiares y allegados del joven se reunieron en la Plaza 83 de esa localidad para exigir justicia y pedir que el crimen se establezca.
Hasta el momento hay un único sospechoso: un peón oriundo de Perito Moreno, Santa Cruz, y que trabaja como esquilador en diferentes estancias de la zona.
La fiscal reconoció que el hombre señalado como posible autor del homicidio tenía una “actitud obsesiva hacia la pareja de la víctima”, lo que cree motivó el homicidio. No obstante, según pudo conocer este diario, los pedidos de detención que realizó al juez que instruye la causa fueron todos rechazados. Pide pruebas concretas de que el acusado estuvo en el inmueble de la víctima.
La investigadora confirmó asimismo que existen una serie de “indicios y pruebas” que comprometen al sospechoso y, en ese sentido, detalló que cuentan con “el reconocimientos de los perros de rastreo que identificaron al olor corporal” de esta persona en la escena del crimen.
El jueves 27 de octubre fue localizado por la División de Investigaciones (DDI), dado que la Fiscalía pidió una muestra de ADN para poder cotejarlo con el hallado en la puerta de la habitación de Saúl.
El peritense (41) ni siquiera fijó domicilio y durante el procedimiento, en el que le tomaron una muestra y le incautaron su teléfono celular -que será peritado-, se mostró muy tranquilo y colaborador, informaron fuentes consultadas por LOA. No se ordenó la realización de un barrido electrónico, lo que pudo haber arrojado claridad a la causa en un lapso de tiempo más inmediato.
Al momento, aguardan la declaración de testigos, aunque la fiscal cree que ya tiene elementos suficientes como para pedir la elevación a juicio.
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