A más de 15 días de la muerte de Leandro Álvarez, un joven futbolista de Río Gallegos que se había ido a estudiar a Mendoza y, aparentemente según las primeras hipótesis que lleva adelante la Justicia y la Policía de la provincia cuyana, se habría ahogado tras caerse en un canal de Lujan de Cuyo, la familia sigue sin respuestas y denunciando que se trató de un homicidio.

“Pedimos cámaras, rastrillaje para buscar la zapatilla que falta, tenemos pruebas y sospechosos que se presentaron y la fiscal Andrea Laso de la fiscalía de homicidio sigue encubriendo todo”, denunció Belén Álvarez ante La Opinión Austral.

Los padres y la familia están desesperados porque sienten que nadie los escucha en la provincia de Mendoza y ya no saben a quien más recurrir. “Necesito que nos ayuden mi hermano fue asesinado y mis padres quedaron en Mendoza. Es increíble el manoseo que estamos sufriendo como familia. El jefe de investigaciones Vega y la fiscal Lazo están poniendo trabas en el camino desde el principio”.

Belén, que regresó a Río Gallegos para buscar ayuda, reclama que no les permitieron realizar una nueva autopsia al cuerpo de Leandro y que justo se lo entregaron el mismo día que comienza la feria judicial. “Nuestra abogada no puede ver el expediente y nos rechazaron a las hermanas como querellantes”, contó.

La familia no entiende por qué le dieron la ropa que el llevaba puesta si hay secreto de sumario en la causa que investiga su muerte.

Los resultados preliminares de la autopsia oficial indicaron que Leandro murió por asfixia por ahogamiento. Pero desde la familia aseguran que en realidad, la vida del joven terminó de otra manera ya que habrían indicios que no les “cerraría” del todo.

El tema principal que no deja dormir a la familia: el joven futbolista no sabía nadar y nunca se metía al agua. Además cuando le entregaron la ropa vieron que estaba embarrada y sospechan que habría estado en el agua vestido.

Los testigos, según la Justicia de Mendoza, sostiene que Leandro se estaba bañando con un amigo en el canal de la calle San Martín, al norte de calle Juan José Paso en Luján, cuando se sumergió en una zona profunda y no pudo salir, el mismo amigo fue quien lo rescató, le realizó RCP pero no logró reanimarlo. Cuando llegó la ambulancia los médicos del SEC constataron el deceso.

“A mi hermano lo mataron”, aseguró Belén Álvarez, luego de llegar a Lujan de Cuyo desde Río Gallegos. Junto con su madre, Beatriz Vilte (que trabaja en el Hospital Regional) decidieron ir hasta Mendoza porque a su hermana, que vive en el departamento de Godoy Cruz, junto con otra hermana y su padre, René (jubilado de Servicios Públicos), le llegó un mensaje donde una persona afirmó que Leandro no estaba nadando, como se aseguró de manera oficial tras conocerse la tragedia, sino que lo empujaron.

Según pudieron reconstruir los familiares, ese martes Leandro salió a caminar con un amigo y éste se encontró con otros conocidos. Ahí pasó algo que habría terminado con una o varias personas que empujaron al “zanjón” Cacique Guaymallén, en cercanías de las calles Juan José Paso y San Martín, en Carrodilla, departamento de Luján de Cuyo.

El fallecimiento caló hondo tanto en Mendoza como en Río Gallegos. Los ex compañeros de Unión Santacruceña, club en el que jugó en nuestra ciudad capital no podían entender la prematura muerte de su amigo.

Leandro era un chico de 20 años de Río Gallegos, que tenía pensado estudiar Kinesiología en la Universidad de Mendoza. Tenía dos hermanas que ya están viviendo en la provincia cuyana, una estudia Odontología y la restante Psicología, por lo que nunca estaría solo. Además, su papá viaja periódicamente desde nuestra ciudad capital para acompañarlos.

Cuando se conoció la noticia, Beatriz Vilte, madre de Leandro viajó de inmediato desde Río Gallegos para tener más información sobre lo sucedido. Hizo un viaje relámpago junto a Belén, hermana del fallecido y, en el medio de tanto dolor, debieron superar escollos debido a la poca y nula data que recibieron de las autoridades.

Primero, no los dejaron ver el cuerpo. Apenas se le brindó un poco de información gracias al comisario José Vega, a cargo de Investigaciones de la Policía pero nunca fueron recibidos por el entonces fiscal a cargo de la causa.

En la noche del jueves, cuando recién les dejaron ver los restos de su familiar, lo encontraron -según su testimonio- con golpes en diferentes partes de su tronco superior. Situación por la que suponen que se trató de otro desenlace. “A mi hijo lo mataron”, dijo Beatriz en declaraciones a La Opinión Austral.

EN ESTA NOTA Leandro Álvarez mendoza

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