Una familia se encuentra destrozada y un hombre se fue a la tumba sin ser juzgado por un aberrante hecho que se registró en Río Gallegos, hace tiempo atrás.
En abril del 2019 se hizo la primera denuncia contra el acusado pero, con la pandemia y los diferentes escollos burocráticos, al avanzada edad del imputado y la presunción de su inocencia, el acusado estuvo en libertad hasta el último día de su vida.
Se trata del caso de HLB, un hombre que se encontraba procesado acusado de haber abusado sexualmente de una menor que, al momento del ataque tenía 11 años y que, lamentablemente, quizás nunca pueda cerrar esta herida.
Entre la primera denuncia y el fallecimiento del acusado pasaron 1371 días, 195 semanas, 44 meses o un poco más de tres años y medio. En el medio, la madre de la víctima, una mujer conocida por sus iniciales MA estuvo siempre al pie del cañon para que el Poder Judicial avance en la causa.
MA junto a la abogada querellante Yamila Borquez, habían logrado que la causa dé sus primeros pasos en la instrucción llevada adelante por la jueza penal Valería López Lestón, a cargo del Juzgado Penal N°2 de nuestra ciudad capital.
El caso era seguido por La Opinión Austral desde un primer momento. A HLB lo acusaban de haber atacado sexualmente de la menor cuando ella tenía once años de edad, cuando estaban a bordo de la camioneta de él.
Tras el pedido de falta de mérito por parte de la defensa de HLB, el Juzgado de Recursos finalmente ratificó el procesamiento en orden al delito de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia preexistente“.
No fue hasta junio del año pasado cuando López Lestón cerró la instrucción de la causa y elevó el expediente a la Cámara Oral. Desde aquel momento, el mismo descansó en las instalaciones de la calle Malaspina hasta que se diera una fecha de debate de valoración de pruebas.
En el medio, la abogada querellante había solicitado la prisión preventiva de HLB entendiendo que habían surgido pruebas que daban cuenta de un agravante: la sobreviviente de los hechos había presentado signos de secuelas producto de lo que le tocó vivir cuando tenía once años.
Tal como pasó en el caso de una de las víctimas de Emilio Maldonado (el exedil condenado por abusar de dos menores de edad) una de las víctimas resultó con secuelas psicológicas producto de los abusos y, en este caso, habría sucedido algo similar.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, la abogada querellante en la causa solicitó un cambio en la calificación legal, amparándose en el inciso A del cuarto párrafo del artículo 119 del Código Penal vigente.
Entre las pruebas, la abogada indicó que la sobreviviente de los hechos se encuentra bajo un tratamiento psicológico y psiquiátrico que surgió como consecuencia del calvario que vivió, a partir de los abusos de su abuelastro.
Llegó diciembre del año pasado, no hubo respuestas de la Cámara respecto del cambio de carátula y MA llegó a deslizar la posibilidad de acampar en las inmediaciones del edificio de la calle Malaspina para ser oída y que, finalmente, le den fecha de juicio. Finalmente no lo hizo. Siguió creyendo en la Justicia.
Enero comenzó con la internación de HLB a raíz de problemas de salud. Fue llevado al Hospital Regional donde, finalmente, el 9 de enero falleció. MA iba siguiendo la involución. “tengo una conocida que me iba diciendo” confió en declaraciones a La Opinión Austral.
“Esa suerte tuvo el hijo de p… Se murió sin pagar y la Justicia ausente. Todos estos años luche sola estando las 24 horas para que mí hija no se matara. No se hizo justicia, Diosito es el que hizo justicia” dijo la mujer sobre el final de la vida de HLB.
Yamila Borquez, por su lado opinó que: “en los delitos de abuso, la reparación para las víctimas es simbolica, y las secuelas son de por vida, uno espera que la justicia cumpla un fin social reparador que en este caso no llegó hubo una demora excesiva”
Además, la letrado agregó que hubo violencia institucional contra la familia de la víctima porque: “esa madre no fue escuchada, ni fue asesorada correctamente en un primer momento. eso implico que el trámite tuviera una demora excesiva y que el objetivo reparador de la Justicia nunca llegue”. Lo cierto es que, como dijo MA “fue Diosito el que tuvo que hacer justicia”
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