Hace más de 1500 días, una comunidad del interior de Santa Cruz se encuentra a la espera de resoluciones y detenciones por un cruento suceso que terminó con la vida de una conocida doctora de esa localidad. Hasta el momento, el Poder Judicial ha agotado todas las líneas de investigación y un asesino todavía está libre.

Se trata del caso de Zulma Malvar, la médica obstreta de Puerto San Julián quien fue encontrada sin vida en el patio de su vivienda, en la mañana del 18 de julio del 2019. Desde aquel día, comenzaron las averiguaciones pero, hasta el día de hoy, ni siquiera hay sospechosos sobre quienes podría haber, al menos, un velo de duda, para el Juzgado de Instrucción Penal N°1, a cargo de Ludovico Pio Pala.

Si bien hubo algunas personas señaladas, incluso del círculo íntimo de la víctima, nunca hubo certezas sobre la persona que atacó a Zulma en el interior de su morada hasta que la ultimó en el patio. Lo único que se pudo ratificar es que ella conocía al femicida porque la puerta principal no estaba forzada y el asesino habría entrado por allí.

Pasaron más de 1500 días. Una pandemia, decenas de movilizaciones y murales pintados exigiendo por el esclarecimiento del caso y la detención del femicida, entendiendo que es una persona peligrosa para la sociedad y que debería estar purgando una pena por haber quitado una vida.

Uno de los personajes señalados, más que nada por la familia de Zulma, no así por el Poder Judicial fue HRI, un cirujano que prestaba funciones en el mismo hospital que la víctima. Lo marcaron como un hombre algo conflictivo sobre quien pesaban causas y condenas por tenencias de armas, amenazas y coacción.

La figura de HRI en su momento pareció ser como la respuesta y resolución del brutal femicidio pero, con el paso del tiempo, las mismas se fueron diluyendo. Él apareció en la escena del crimen apenas minutos después que se conociera que Zulma había muerto.

HRI en sus redes sociales. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

HRI ya no se encuentra en la provincia. Está residiendo en la provincia de donde es oriundo: Mendoza. Tras el femicidio antes de recaer en la provincia cuyana, estuvo desempeñándose en, por ejemplo, Carmen de Patagones.

El acusado trabajaba en el hospital de San Julián como monotributista y el día del hecho, estuvo presente en la casa de Zulma, sacó fotos de la escena del crimen y fue denunciado por la familia la médica por difundir las mismas.

En su declaración que realizó desde Mendoza, HRI indicó: “la imagen del día del hecho del crimen de la Dra. se la pasé al fiscal Alejandro Victoria e inmediatamente borré la imagen de mi celular ante la vista de él” según la indagatoria a la que tuvo acceso exclusivo este La Opinión Austral.

El tiempo fue pasando. En el medio se hizo una extracción de una muestra de ADN al acusado desde la provincia cuyana pero finalmente resultó que no era compatible con las manchas de sangre encontradas en la casa de Zulma. De igual manera, la querella impugnó esa muestra ya que, según ella, habría sido manipulada desde Mendoza, hasta que llegó a nuestra provincia.

A HRI le habían hecho la causa por “violación de secretos” por las imágenes que había tomado con su celular. Cuando fue indagado dijo que ya no poseía el mismo teléfono sino que “no recordaba si lo había vendido o perdido”.

Al cirujano, además tal como informó La Opinión Austral, había sido expuesto por “venderse” diciendo que tenía un poder “sanador” y que podía vencer al cáncer. Ahora, la Justicia decidió sobreseerlo por el delito de “violación de secretos”.

La resolución indica: “Que atento el tiempo transcurrido desde la presunta comisión del hecho y en atención a lo dispuesto por el art. 62 inc. 2 del C.P., en armonía con la pena conminada en abstracto por el tipo penal del art.157 del mismo cuerpo legal, surge claramente que los plazos previstos en la norma de referencia han transcurrido ampliamente” es decir, se declaró la extinción de la acción penal debido a la prescripción por el tiempo.

Una de las tantas movilizaciones que se han hecho por el crimen. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

“Ordenaron pericia sobre el celular y recién se hizo en agosto del 2021, mas de dos años después del hecho, siendo que nosotros solicitamos en varias oportunidades el secuestro del teléfono y desde el Juzgado denegaron siempre esa medida de prueba” indicó Alejandro Jodar, hijo de Zulma en declaraciones a La Opinión Austral.

Debido a las situaciones que han estado viviendo, desde el círculo intimo de la médica han mostrado su descontento y han llegado a rayar con aerosol las sedes judiciales exigiendo justicia. Alejandro es trabajador de Juzgado de Instrucción pero, por sus acciones, ahora está con sumario administrativo. El tiempo, continúa pasando y, más allá de algunos reveses judiciales, nadie sabe quien mató a Zulma

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