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Carlos De Biasse (25), uno de los motociclistas atropellados en la costanera, habló desde la sala donde está internado junto a su amigo, Rodrigo Ruay (23), y contó cómo están atravesando este duro momento.
En declaraciones a C5N, aseguró que “sin tener nada que ver, salimos afectados”.
Contó que habían salido a “compartir” y que se acercaron a ver la discusión del conductor de la camioneta –Julio– con una pareja a la que le había chocado el auto y la posterior pelea con otros motociclistas se acercaron, pero cuando empezaron los golpes “decidimos irnos”, con la mala fortuna de cruzárselo luego, “nos embistió a gran velocidad. Fue todo muy rápido. Se dio a la fuga”, contó.
“La moto quedó destrozada. Fue un milagro que no nos pasó más nada“, dijo. Él sufrió la fractura de su tabique y una contusión pulmonar, mientras que Rodrigo se fracturó la cadera y una pierna.
Producto de la grave lesión sufrida, Rodrigo debe ser sometido a una intervención quirúrgica. Se baraja la posibilidad de que sea derivado a Buenos Aires y de la colocación de protesis.
El hecho
Según pudo reconstruir La Opinión Austral, el joven previamente había chocado levemente contra el vehículo de una joven pareja que paseaba por la costanera con su bebé de cinco meses. También trascendió que colisionó a motociclistas.
En uno de los videos a los que LOA tuvo acceso se puede apreciar una discusión -aunque en buenos términos- entre Julio, Macarena y Matías, la pareja que paseaba con su bebé en la avenida Costanera Almirante Brown, donde se encontraban estacionados con sus vehículos. Los padres le recriminaban que iban con su pequeño hijo y el conductor de la camioneta les asegura que les “arreglaría” el daño provocado en su automóvil, producto del leve toque entre ambos rodados. “No frenaste, te pasaste a llevar a una piba, te estabas escapando…“, le recrimina la mamá del bebé, en referencia a una de las jóvenes que estaba con el grupo de motociclistas.
Alrededor había decenas de jóvenes con sus motos, todos del mismo grupo. En un momento dado llega corriendo el hermano de Macarena y comienza a increpar al dueño de la camioneta. “¡¿Qué te pasa salame de m….!?“, le grita, mientras lo empuja y comienza a propinarle golpes de puño. Su hermana intentó calmarlo, pero no pudo.
Cuando Julio intenta defenderse, otros motociclistas empiezan a golpearlo. Lo arrinconaron contra su camioneta. “¡Pará, pará!“, gritaba el dueño de la camioneta y retrocedía. En ese momento el hermano de la mujer lo golpea en el rostro y lo hace caer. Allí, otro motociclista -que ya había intentado golpearlo- llega y le da dos patadas cuando está en el suelo, pero Julio pudo reincorporarse rápidamente. La tensión y discusiones siguieron por un par de minutos más.
En el medio del descontrol y la desmedida violencia, algunos alentaban a que siguieran golpeándolo. Otros tiraban piedras contra la camioneta.
Instantes después el conductor, luego de haber sido golpeado por el grupo de motociclistas, se sube a su camioneta y acelera, embistiendo a una de las motos que estaba estacionada en frente. La arrastró durante varios metros por la avenida, ante la atónita mirada de vecinos y vecinas que se encontraban paseando en la costanera. Los jóvenes salieron tras él en sus motos y hubo una “persecución” alrededor de la estación de servicios.
“¡No boludo, lo atropelló! A la moto, ¡se cayó el chico!“, se escucha en otro de los videos al que tuvo acceso La Opinión Austral. En su escape, Julio embistió a una motocicleta en la que iban dos jóvenes: Carlos Marcelo D. (25) y Rodrigo Alejandro R. (23). Ambos terminaron cayendo y quedaron tendidos en el suelo.
Instantes después arribó la Policía con el Comando de Patrullas y una ambulancia que trasladó a ambos al Hospital Regional Río Gallegos. Carlos tuvo lesiones de carácter leve, mientras que Rodrigo se llevó la peor parte. Según pudo conocer LOA, sufrió una fractura en la tibia de la pierna izquierda, fractura de cadera y una contusión pulmonar por costillas fisuradas. Debió ser sometido a una intervención quirúrgica. Si bien está fuera de peligro, permanece hospitalizado y se aguarda por su evolución. Su amigo, que sufrió una contusión pulmonar, fractura de tabique y esguince de tobillo, también esta internado. Ambos, en la misma habitación del hospital.
Mientras los jóvenes eran atendidos en el hospital, la Policía libró la clave de localización y demora de la camioneta y su conductor. Fue localizada estacionada en el patio de una casa ubicada en calle García Lorca al 2300. Allí Julio fue demorado por personal de la Comisaría Sexta y trasladado a la seccional, en donde permaneció aprehendido seis horas y posteriormente fijó domicilio a disposición de la Justicia.
Por disposición de la secretaría de turno del Juzgado de Instrucción N° 2, se dispuso la extracción de sangre y orina. Con sus resultados se buscará determinar si al momento del hecho se encontraba bajo los efectos del alcohol u alguna otra sustancia.
En tanto, la División Accidentología Vial trabajó en la costanera realizando las diligencias de rigor a fines de aportar a la causa precisiones de lo sucedido.
El conductor de la camioneta Oroch quedó ligado a una causa, a priori, por lesiones graves culposas.
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