Un hecho de homicidio en “legítima defensa” está siendo investigado por la Justicia de Puerto San Julián y una joven se encuentra detenida, a la espera de la resolución del juez Ludovico Pio Pala.
Se trata del caso de Antonella Escobar, la joven madre de la localidad que fue detenida tras haber confesado el hecho que se registró en el ingreso de su morada, en la mañana del 14 de septiembre pasado.
Tal como lo informó La Opinión Austral, la víctima es Antonio Riveros, un hombre oriundo de Corrientes que, al igual que Antonella, sería trabajador municipal.
Las primeras informaciones indicaron que Riveros fue con un rifle de aire comprimido y un cuchillo de grandes dimensiones a la casa que Antonella comparte con su pequeña hija de seis años.
En la mañana de aquel día, el hombre irrumpió en la morada y mantuvo un forcejeo con la joven, quien logró sacarle el cuchillo y terminó asesinandolo a sangre fría. Luego llamaría a la Policía.
Desde aquella mañana, Antonella se encuentra detenida en caracter de comunicada, en las instalaciones de la Comisaría Primera a la espera de nuevas directivas del Juzgado que lleva adelante la instrucción de la causa.
En paralelo, Mónica Escobar, madre de Antonella, eligió a La Opinión Austral para romper el silencio y contar detalles sobre lo que ocurrió, cómo se encuentra por estos días su hija y el temor que siente ante posibles represalias, por parte del núcleo íntimo de la víctima.
Para comenzar con su relato, Mónica comentó cómo es su familia y que, más allá de un hecho en el que fueron víctima de un intento de robo hace unos meses, nunca habían tenido roces con la Justicia. “Nosotros no tenemos ese tipo de educación, somos laburantes. Con el lomo de uno, llegamos a donde estamos”, dijo la mujer que también trabaja en la Municipalidad de San Julián y que, hace unos seis años, llegó a regalarle la casa a Antonella, lugar donde ocurrió el homicidio.

Antonella Escobar es madre de una nena de seis años. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)
En el mismo sentido, la mujer dijo que, “lamentablemente, Antonella tuvo muy malas elecciones de hombres en el pasado. Es el pesar de toda mamá”
Sobre las circunstancias en las que se produjo el hecho, Mónica dijo que pudo hablar con Antonella y ella le comentó como fueron los hechos. “Ella pensó que era un familiar que se había quedado dormida para ir a trabajar. Ella abrió la puerta y fue cuando éste se abalanzó sobre ella. Ahí empezaron a forcejear“.
Ya en la comisaría, tras la indagatoria, Antonella le dijo a su mamá que “saqué fuerzas de donde no tenía porque vi cómo había salido mi hija de la pieza. Creo que el tipo se distrajo y ahí lo ataqué”. Visiblemente emocionada, Mónica contó que su hija le juró que no conocía a Riveros y que había entrado encapuchado.
En su carácter de trabajadora del área protocolo de la comuna, Mónica dijo que alguien le mostró una foto de Riveros pero ella no lo reconoció. “Hace años trabajo en la Municipalidad pero nunca lo vimos. En mi área tenemos contacto con muchas otras pero nunca lo vimos” ratificó.
Dentro de la casa de Antonella, la Policía encontró unos 300 gramos de marihuana y, sobre ésto, Mónica dijo que “mi hija no consume y el ex creo que tampoco”, aseveró en declaraciones a este diario.
Respecto de la situación “tóxica” que la joven tendría con este tercer protagonista en la historia, Mónica dijo: “yo tengo entendido que ya habían terminado esa relación. Es un tipo casado que, hasta donde sé, tiene dos parejas más. Incluso él hizo que perdiera a mi segunda nieta por los golpes que le había dado a Antonella y ella lo defendió. Sufría violencia psicológica” expresó.
“Ella hizo lo que hizo y eso no lo niego. Hoy doy gracias que mi hija y mi nieta están vivas. Ella sacó fuerzas de donde no tenía, sino hoy estaríamos de un doble femicidio” dijo antes de quebrarse en llanto.
Volviendo al hecho en el que Antonella recibió un disparo en una de sus piernas en un intento de robo, Mónica dijo que “puede haber una conexión”, porque la joven le dijo a la Policía que había podido identificar a uno de los ladrones. “Nosotros tenemos miedo porque desde esa época siempre aparece un Volkswagen Gol rojo con vidrios polarizados que parece que nos vigila”, aseveró la mujer quien además contó que “han llegado a tirarnos piedras al techo de la casa o nos pasan los dedos en las ventanas”, contó sobre el constante asedio contra ellos.
La familia de Antonella cuenta con la asesoría legal de Mauricio Manyare y esperan que en las próximas horas, el juez libere a la joven.
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