El asesinato de Julio Enrique Maidana, ocurrido en la toma Evita de Plottier, provincia de Río Negro, en el contexto de una revuelta barrial, fue un hecho que conmocionó a la comunidad.

El hombre de 52 años registraba numerosas denuncias por presuntos abusos sexuales que nunca prosperaron. Y el domingo a la noche su vecino, Julio Damián Martínez de 31 años lo ejecutó de ocho balazos en la cabeza efectuados desde corta distancia. El motivo que manejan las autoridades fue que habría intentado agredir a una adolescente.

La fiscalía de Homicidios en una audiencia realizada el miércoles solicitó prisión domiciliaria por dos meses. La defensa no se opuso, y el juez Gustavo Ravizzoli impuso la medida.

El autor del homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego vive está al lado de la casa de Maidana.

El defensor público Pablo Marazo esbozó la teoría de que Martínez actuó en defensa de un policía que quedó desarmado luego de pelear con la víctima fatal, quien lo amenazaba con un cuchillo.

Otra perspectiva

La fiscal Eugenia Titanti argumentó que para cuando Martínez disparó su arma, el policía al cual presuntamente defendió ya estaba neutralizando la situación. “Tuvo más ánimo de venganza que de defensa”, afirmó respecto de la conducta del acusado.

Y agregó: “esta medida (la prisión domiciliaria) es para transmitir un mensaje: no podemos permitir que estos conflictos se resuelvan con más violencia. No podemos permitir que la respuesta sea la que se dio en este caso”.

El juez Ravizzoli hizo un aporte en el mismo sentido: “esta audiencia pretende ser un proceso pacificador y no multiplicador de conflictos”, dijo.

Pero los enunciados de la fiscalía pueden leerse como un pedido de disculpas por privar de su libertad, aunque sea de manera atenuada, a Martínez.

Antecedente

A Martínez lo conocen en la toma Evita porque enfrentó varias veces a Maidana, incluso una vez lo baleó en las piernas. El fallecido, en cambio, era objeto de continuas denuncias. Ninguna prosperó, y la responsabilidad le cabe a la fiscalía.

El domingo a la noche, cuando Titanti fue al lugar del hecho, recibió una lluvia de insultos. Intervenir en las denuncias contra Maidana no está dentro de sus funciones, pero tomó nota del estado de ánimo en el barrio.

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