Este lunes se retomó el juicio por el crimen de Luis Carrizo, homicidio que se registró en la medianoche del 26 de octubre del 2016, en uno de los ingresos al barrio San Benito de Río Gallegos.
Por el caso llegaron al juicio Marcelo “Machi” Mercado y Macario “Mono” Trevisan, ambos con prisión preventiva, el primero desde el día después del asesinato y el restante recién detenido cinco meses después, cuando se encontraba en la provincia de Santa Fe.
Durante la semana pasada, había comenzado el debate con un fuerte operativo de la Policía en las inmediaciones de la Cámara Oral. El tribunal está conformado por Jorge Yance, María Alejandra Vila y Enrique Arenillas quienes, durante la mañana, escucharon los alegatos y pedidos de pena de las partes involucradas en el debate de valoración de penas.
Marcelo Mercado, mientras Emin Charif Sat daba su alegato. (FOTO: MARTÍN MUÑOZ QUESADA/LA OPINIÓN AUSTRAL)
El primero en dar su fundamento fue Esteban Giménez, querellante en la causa que vela por los tres hombres que estaban junto a Carrizo aquella fatídica medianoche. En su alegato, el abogado indicó las pruebas que la Policía encontró durante la instrucción, tales como las balas halladas en inmediaciones al hecho y en la camioneta de “Machi”, una gorra con pelo artificial y la campera de quien, supuestamente, era guardaespaldas de Leandro Báez, hijo de Lázaro, empresario de la construcción.
Asimismo, hizo hincapié en los denunciados civilmente por la camioneta que, según Giménez, Báez le había entregado a Mercado, indicando que se trataría de la teoría del riesgo (NdeR: figura utilizada en el fuero civil sobre algún factor que derive en un hecho que cause daños a terceros). Por esto, también pidió una compensación económica para las víctimas, aunque no dio ninguna cifra.
En la misma sintonía, el abogado dijo que, para él, el delito estaba más que acreditado y solicitó la pena de 45 años de prisión, a los dos acusados por ser coautores del homicidio, algo que llamó la atención de los presentes.
Por su lado, el fiscal Antonio Chan entendió que el autor del crimen fue Trevisan, en tanto que Mercado sería partícipe necesario.
El fiscal subrogante en la causa, Antonio Chan. (FOTO: MARTÍN MUÑOZ QUESADA/LA OPINIÓN AUSTRAL)
Emin Charif Sat, aseguró que “no hay pruebas que vinculen a mi cliente con el crimen” y pidió tanto la nulidad de la solicitud de pena requerida por la querella y absolución de su cliente ya que no se encuentra contemplado en el Tratado Internacional de Roma, al que se encuentra adherida la Argentina.
Yamila Borquez mostrando el papel que podría ser clave en la causa. (FOTO: MARTÍN MUÑOZ QUESADA/LA OPINIÓN AUSTRAL)
Yamila Bórquez, junto a Marcelo Baldini, abogados de Trevisan dieron un extenso alegato en el que remarcaron que su cliente estaba recuperándose de una operación en los días en los que ocurrió el crimen y mostraron algo que, hasta el momento, no se conocía, una multa que le habían hecho días después del homicidio. “Una persona que está prófuga de la Justicia no tendría esa actitud, hasta hizo el carné de conducir”, aseveró Bórquez.
La multa que Trevisan recibió en Chile Chico, días después del crimen (FOTO: MARTÍN MUÑOZ QUESADA/LA OPINIÓN AUSTRAL)
En horas de la tarde se iban a atender las cuestiones propias de la denuncia civil por la camioneta que manejaba Mercado y, el próximo lunes, se conocerá la resolución del tribunal
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