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“Telegram ya es una cloaca, por eso la desinstalé”, fue la declaración de una usuaria de X (antes conocida como Twitter) a raíz de una denuncia pública que daba cuenta de un grupo de esa aplicación en la que, aparentemente, había otro usuario que ofrecía “menores de edad”.
El caso pega fuerte en Río Gallegos ya que el grupo en cuestión estaba destinado a “encuentros”, es decir, gente buscando interés romántico o al menos, como lo dice la palabra, “encuentros” sexuales en nuestra ciudad capital.


Entre los 830 participantes de ese grupo se encontraba un tal “Jackson Smith“, un usuario que tenía como foto de perfil a un menor de edad con ojos claros y pelo rubio. En reiteradas oportunidades, en el chat principal, él compartió fotos de menores de edad en evidentes situaciones de abuso y, según dijo una mujer, compartió un video de ocho minutos de duración de pornografía infantil.
La situación no pasó desapercibida por otros integrantes del grupo, que solicitaron que lo expulsaran del mismo, pero esto nunca ocurrió. La Opinión Austral entró al grupo y pudo saber que el tal Jackson compartió, al menos, siete fotos de menores de edad.
Incluso una integrante del grupo dijo que había hablado con él por privado y este, con un precario inglés, le había dicho que tenía 10 años y que buscaba gente de su misma edad. Algo que sólo fue respondido por otro participante que manifestó su sorpresa.
En paralelo, Jackson pedía a la gente que le enviara videos de menores de edad, siempre en un inglés no muy avanzado. El domingo, la novedad tomó estado público cuando la usuaria de X Evita Sanz realizó una publicación en esa red social que rápidamente se hizo viral, cuando la compartieron más 250 personas.
En el “tuit”, la mujer dijo: “En un grupo de Telegram de Río Gallegos destinado para ‘ofrecer servicios y conocer gente’, también ofrecen niños, ¿por qué nadie hace nada?” junto a fotos blureadas de lo que había compartido el infame Jackson Smith.
Una vez que se generó el revuelo, la misma usuaria contó los avances. En un posteo posterior al primero, compartió la imagen de una llamada al Ministerio Público, indicando que había realizado la denuncia.
El grupo no fue “dado de baja”, sino que, según el protocolo de Telegram, el mismo “fue puesto en revisión” con el fin de determinar si Jackson incurrió en alguna falta o si, como se pudo ver mientras el grupo estaba activo, cometió algún delito.
¿Qué pasará?
A partir de la denuncia, se espera que se active el protocolo desde ese ente y luego las alertas rojas de Missing Children para determinar si los menores de esas imágenes son víctimas de secuestros o abusos y si quien lo compartió es el productor de ese contenido.
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