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La disputa por un terreno en Río Gallegos terminó de la peor manera, en junio del año pasado cuando un joven fue asesinado a balazos, en el interior de una concesionaria del barrio Del Carmen.

El caso tiene como víctima fatal a Franco Cuevas, un joven de 27 años que había llegado a la agencia de autos para reclamarle al dueño por el terreno lindante al lugar en el que vivía su madre y que se encontraba judicializado.

Del otro lado estaba Roberto Neil, un conocido empresario de nuestra ciudad capital que estaba limpiando los autos y las camionetas para venderlas en inmediaciones de French, entre Congreso y Lisandro De La Torre. Los videos son contundentes: en los mismos se ve a Cuevas increpando al otro hombre y, cuando ambos desaparecen del cuadro, ocurrió la tragedia: el joven habría sacado un arma de entre sus pertenencias, forcejearon y Neil logró sacársela para defenderse.

La Policía afuera de la agencia, el día del lamentable suceso (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Cuevas falleció en cuestión de segundos y Neil estuvo demorado por algunos días. En primera instancia se lo procesó por exceso de legítima defensa aunque eso todavía no está firme.

En el medio, hubo varias manifestaciones a través de las redes sociales por parte de los allegados a la víctima fatal en el caso y, en las últimas horas, ocurrió algo preocupante: la madre de Cuevas fue captada por una de las cámaras de la agencia destrozando algunos cristales y arrojando basura en el frente del lugar.

Cabe remarcar que la concesionaria actualmente no está funcionando sino que está en alquiler. Neil debió contratar una empresa de seguridad privada para que cuide el edificio.

En paralelo, se hizo un Facebook en el que se pide justicia por el joven fallecido, aunque -según la defensa en la causa- también hay amenazas y hostigamiento por parte de quienes comparten o comentan las publicaciones.

El accionar de la madre de Cuevas fue la gota que rebasó el vaso y, en la jornada del viernes, la defensa de Neil solicitó a la Justicia medidas de protección por la destrucción de los cristales, las amenazas ya que tanto el empresario como sus familiares temen por su vida.

Mariana Barbitta, una de las abogadas de Neil habló con LU12 AM680 y contó detalles del suceso y como se encuentra la causa que, en diciembre, tuvo un revés judicial. Para comenzar, la laureada y reconocida letrado calificó a la situación “con mucha preocupación” y expresó: “como saben este hecho generó impacto en la sociedad, en las familias. En su momento, el juzgado resolvió que mi cliente había actuado en legítima defensa, el se defendió con lo que tenía, forcejeando un arma que había sido ingresada por el propio Cuevas” comenzó diciendo.

Una bandera desplegada pidiendo justicia por el joven. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

“Este conflicto viene de muchos años atrás, los Cuevas han usurpado un terreno que está al lado de la concesionaria. Él hostigó y amenazó a mi cliente, una mañana en la que Roberto que estaba tranquilo limpiando los autos” aseveró y recalcó que “esta situación de intimidación se replicó ayer (por el jueves), por eso pedimos la habilitación de feria. Advertimos la preocupación y además pedimos que se cesen las amenazas contra Roberto y su familia. Roberto tuvo que levantar ese negocio para que esto no pase a mayores”.

“Tuvimos la mala experiencia de la mamá de Cuevas tirando piedras y basura al frente del local, le pedimos al juez que ponga todos los mecanismos judiciales. Porque esto configuran delitos, y hay cuatro denuncias alrededor de esto, ¿qué es lo que pasa con la Justicia y con esta familia?” se preguntó Barbitta.

“Corre riesgo la familia de Roberto Neil, la muerte de este joven no fue ni querida ni esperada por él” ratificó la abogada en declaraciones a la Decana de la Patagonia.

La causa

Por otro lado, Barbitta comentó que la causa pasó por el Juzgado de Recursos y el juez Nelson Sánchez indicó que se debería caratular como “homicidio simple”. Más allá de eso no está firme ya que la abogada adelantó que presentarán un recurso de casación ya que, para ella, la resolución es “infundada, arbitraria y desoyó a los peritos”

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