Por clima, lejanía y extensiones, la crudeza de su geografía y poca densidad poblacional, la Patagonia es un sitio frágil para la producción agropecuaria. Sin embargo, a lo largo de los años, desde los primeros pobladores hasta sus descendientes en sucesivas generaciones, han tratado de sobrevivir. Hoy, ese legado, pende de un hilo muy delgado porque es cada vez más difícil de sostener dado que, a todo aquello mencionado, se suma (diría se acumula) otro problema: el de los guanacos, que han copado los campos santacruceños reproduciéndose exponencialmente y, básicamente, comiéndose el pasto que sirve para alimentar a las ovejas.

¿Es un problema para los ganaderos? Sí. Pero también para la propia naturaleza, ya que aquellos que defienden el libre albedrío de los guanacos, también dicen defender el acto de que se coman hasta las raíces. Ese pasto no crecerá más hundiendo a los campos en procesos de desertificación. En no mucho tiempo, entonces, ya no habrá pasto para los guanacos ni para las ovejas.

En este contexto, el pasado domingo 11 de junio la Federación de Instituciones Agropecuarias Santacruceña (FIAS) emitió un comunicado que comenzaba: “Los productores ganaderos de Santa Cruz, representados por FIAS, deseamos captar la atención de la población sobre un tema de vital importancia”. El primer punto a destacar es que le hablan a la población.

El guanaco, una especie nativa de la región, ha experimentado un aumento considerable de su población en los últimos años y, si bien su presencia es valorada como parte de la biodiversidad de nuestra provincia, es fundamental reconocer que su expansión y desmanejo generan efectos perjudiciales en los pastizales, fuentes de agua y seguridad vial”, advirtieron desde FIAS.

Hay que recordar que con la prohibición de todo tipo de manejo del guanaco en 1995 se registró un crecimiento geométrico de esta especie. En Santa Cruz la población de guanacos pasó de 245.000 en el año 2000 (dato INTA) a 1,5 millones en 2015 y FIAS estimaba que para 2018 habría más de 2 millones. Sólo en Santa Cruz está más del 50% de la población mundial de esta especie. En la actualidad se estimó en 3 millones de animales.

Así las cosas, en julio de 2019 la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación aprobó el Plan Nacional para el Manejo Sostenible del Guanaco (PNMSG) -a través de la resolución 243/2019– estableciendo un marco de políticas nacionales para promover la conservación y el uso sustentable de poblaciones de esta especie en todo el país. Desde entonces, se han hecho cosas, pero se ha avanzado mucho más lento que lo que lo hace el guanaco.

“La sobrepoblación de guanacos, que se alimentan de una variedad de plantas, incluyendo pastizales y arbustos, han llevado a una disminución significativa de los recursos alimenticios, restringiendo los disponibles para el ganado, y esta competencia por el agua y fundamentalmente por el alimento ha afectado directamente a la producción ganadera de la región, comprometiendo su aporte a la economía y a la cultura local”, enumeraron desde FIAS.

El Plan de Manejo habilita la extracción controlada, pero en menor cantidad a la necesaria.

El disparador fue un video que se hizo viral de un productor y su familia que cerraban las tranqueras de su campo y dejaban la producción ovina debido a que el volumen de guanacos en su campo los había sobrepasado. “Ese es el destino que nos alcanzará inexorablemente a todos los productores santacruceños si no se toman medidas efectivas, dejando atrás una actividad generadora de trabajo, arraigo y soberanía en el territorio santacruceño”, expusieron desde la entidad federada.

Pero no sólo es un tema productivo, económico o ambiental, también es una cuestión de inseguridad vial porque los guanacos se cruzan por las carreteras de la provincia, ocasionando accidentes a cualquiera que por allí transite. “Afecta la libre circulación, abastecimiento de mercaderías, integridad física de choferes de transportes comerciales, de ciudadanos y los tan bien recibidos turistas nacionales e internacionales”, expresaron desde FIAS.

“Balas que pican cerca”

El relator de fútbol Víctor Hugo Morales tenía una frase cuando una pelota pasaba cerca del arco que decía “balas que pican cerca”. Así lo sintió el productor Eduardo Halliday cuando vio que cerraba la estancia La Argentina. “Ayer recibió su certificado de defunción, y no dejamos de pensar en su propietario Christian Halliday y su esposa, ambos de familias pioneras, que han trabajado con honradez y sacrificio, dándoles el ejemplo a sus hijos”, repasó. Y sentenció: “Los guanacos están ganando la cinchada en la Patagonia… estamos siendo testigos de una verdadera especie en extinción el productor agropecuario”.

Apuntando también a los consumidores, Halliday advirtió que “cuando quieran comer cordero y no encuentren o cueste un ojo de la cara…no nos insulten a nosotros, busquen a los que han creado, apoyado, impulsado y aprobado las leyes de protección animal con total ignorancia y desidia”.

Halliday recordó que “los productores ovinos, desde hace varios años estamos luchando para que se nos permita la extracción de guanacos, y el control eficiente del puma y el zorro”. “Hay que sumarle a esto los períodos de sequía, la falta de nevadas y lluvias abundantes claves para la actividad productiva, pero en contra de la naturaleza no podemos luchar”, dijo.

El productor lamentó que “el descontrolado crecimiento de la fauna silvestre nos ha afectado en la producción ovina, a tal punto, que los establecimientos ganaderos están cerrando, dejando muchas familias sin trabajo, y las estancias que aún quedan en pie se ven en la obligación de realizar los trabajos cada vez con menos personal, sea porque la carga tributaria lo impide o por la falta de mano de obra calificada”.

En muchos campos la población de la especia nativa supera, ampliamente, la de las ovejas.

Sobre el caso puntual de Argentina, Halliday explicó que “el guanaco le ha dado el golpe fatal, ya que sólo le permitieron retirar el 20% de la super población de guanacos existentes en el lugar: 1.200 animales, ¡imaginen cuántos hay!”. “Donde tendrían que criarse ovinos, que le den ganancias económicas a la provincia en exportaciones, consumo interno y fuentes de trabajo, pastan ellos, los guanacos desertificando el campo, con un daño irreparable, ya que cada vez son más largos los períodos de sequía continua y no le dan al suelo la posibilidad de recuperarse”.

¿Soluciones?

“Numerosos países con distintas especies nativas o autóctonas en exceso a la capacidad sostenible de su territorio, como por ejemplo Australia con el canguro, que con tasas de extracción respaldadas por estudios científicos, han posibilitado conservar la especie y permitir el desarrollo de su ganadería altamente reconocida mundialmente”, indicaron desde FIAS.

Por lo tanto, desde la Federación Santacruceña hicieron un “llamado imperioso a las autoridades de los Gobiernos provincial y nacional”, para que “aceleren medidas concretas, eficaces, en el abordaje de esta problemática con estrategias de control poblacional del guanaco e intervenciones efectivas que garanticen la producción sustentable”.

Y desde FIAS reconocen que lo hecho hasta ahora, si bien demuestra el conocimiento e interés por parte del Gobierno de Santa Cruz, no ha logrado tener efectos positivos, la batalla se está perdiendo, y si pierde el productor, también pierde nuestra querida provincia”.

Sólo queremos producir y nos chocamos permanentemente con la ignorancia que surge detrás de un escritorio”, reconoció Halliday.

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