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La discusión del Presupuesto 2026 de Santa Cruz, que el Ministerio de Economía expondrá frente a los diputados en las comisiones parlamentarias de este 10 de diciembre, llega atravesada por un dato determinante: el rojo financiero, estimado en $339 mil millones, tiene un origen casi excluyente.
El análisis de las planillas anexas del proyecto enviado por el Ejecutivo es claro: el 99% del déficit proviene de la Seguridad Social. Las dos instituciones –la Caja de Previsión Social (CPS) y la Caja de Servicios Sociales (CSS)– vuelven a requerir un volumen de asistencia récord.
Para 2026, ambas demandarán gastos por $1,063 billones, mientras que sus ingresos propios –aportes, contribuciones y otros recursos específicos– apenas alcanzarán los $727,080 millones. La brecha resultante obliga al Tesoro provincial a aportar $336,356 millones en contribuciones figurativas, un monto que por sí solo equivale al 11% del gasto total estimado para el año próximo.

2026: un salto interanual que duplica el déficit de la Seguridad Social
Los $336,4 mil millones proyectados para 2026 representan más del doble del faltante originalmente previsto en el Presupuesto 2025, cuando se calculaba un rojo de $152,369 millones para las mismas instituciones.
Pero la comparación más ajustada surge al observar el Presupuesto Ejecutado 2025. Según los datos del AIF Devengado al 30 de septiembre de este año publicados por Economía, la Seguridad Social ya acumula un déficit de $196,262 millones, que exigió $186,105 millones del Tesoro.
Con la proyección a diciembre, se estima que el déficit real 2025 del sistema de Seguridad Social cerrará por encima de los $260 mil millones. Bajo ese parámetro, el salto hacia 2026 es notable, pero más acotado: un incremento cercano al 30% respecto del cierre efectivo 2025.
En este punto es clave indicar que la deuda de los Municipios que informó la propia Caja de Previsión Social, asciende para ese organismo a los $41.226,8 millones. A eso se le deben sumar los aportes a la Caja de Servicios Sociales que es algo menor.
Entre ambos, no alcanzan a compensar el faltante del año, lo que marca que el déficit previsional no es financiero sino estructural.
Crecimiento real del déficit: 2026 es 2,7 veces 2023
El análisis histórico revela la magnitud de cómo ha crecido la necesidad de financiamiento.
En 2023, el déficit de la Seguridad Social fue nominalmente de $36.344 millones. Aunque la inflación acumulada vuelve difícil la comparación. Por lo que al ajustar aquella cifra a valores actuales se obtiene un rojo equivalente cercano a $125 mil millones.
En términos reales:
- El déficit 2026 será 2,7 veces mayor que el de 2023.
- También será el doble del déficit 2024, que actualizado alcanza $165,9 mil millones.
Esta dinámica confirma una tendencia: el déficit previsional y sanitario crece sistemáticamente por encima de la inflación, del gasto público total y de los recursos disponibles del Tesoro provincial.
Un problema estructural que pesa cada vez más en la masa presupuestaria
La Seguridad Social ocupa un peso creciente dentro del Presupuesto de Santa Cruz. Mientras otras áreas –educación, salud, infraestructura, desarrollo productivo– ajustan sus gastos o se mantienen relativamente estables, las Cajas absorben una porción cada vez mayor de los recursos provinciales.
Este desplazamiento reduce la capacidad de maniobra financiera del Gobierno y limita la posibilidad de expansión de otros programas.
Un debate evitado: la discusión que nadie quiere dar
Desde la reforma constitucional de 1998, que consagró la “intransferibilidad de la Caja de Previsión Social”, cualquier intento de analizar modificaciones en el régimen previsional se asocia –con o sin fundamentos– con una supuesta transferencia a ANSES, tema que históricamente genera fuerte rechazo político y sindical.
El antecedente más traumático ocurrió en diciembre de 2011, cuando un intento de reformar la ley previsional desembocó en protestas, incidentes y la mayor tensión institucional que vivió el gobierno de Daniel Peralta, a días de haber comenzado su segundo mandato. Desde aquel episodio, la dirigencia política y los gremios evitan retomar el debate de fondo.
El año pasado, el entonces presidente de la CPS, Marcial Cané, advirtió públicamente sobre la espiralización del déficit jubilatorio, que se agravaba por la reticencia del Gobierno nacional a enviar los fondos por Reparación Histórica (deuda que sigue pendiente y que supera los $100 mil millones)
Esa declaración motivó el alerta de algunos sectores gremiales y una rápida respuesta del gobernador Claudio Vidal, asegurando que “la Caja no se toca”. Una frase repetida, a la postre, por diversas gestiones para despejar temores.
Sin embargo, la falta de avances o consensos para encarar una reforma integral hoy se refleja en el crecimiento exponencial del déficit, que se convirtió en el principal factor que condiciona la sostenibilidad del Presupuesto 2026.
Un desafío ineludible para la provincia
El aumento constante del déficit de la Seguridad Social no es un fenómeno coyuntural. Se trata de un problema estructural que demanda diagnóstico técnico, acuerdos políticos y previsibilidad, tres elementos que la provincia no logra reunir desde hace más de una década.
Mientras tanto, la presión sobre el Tesoro provincial continúa creciendo y absorbiendo un porcentaje cada vez mayor de la masa presupuestaria, en un contexto de recursos ajustados y de necesidades crecientes en otras áreas del Estado.
El debate pendiente sobre la sustentabilidad del sistema previsional y sanitario, ¿será, inevitablemente, uno de los grandes temas de la agenda política y económica de Santa Cruz?
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