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En un operativo de máxima reserva, Lázaro Báez llegó este domingo por la mañana a la cárcel de Ezeiza, donde ingresó directamente al hospital penitenciario. La Opinión Austral pudo saber que fue trasladado en camioneta desde la Unidad Penitenciaria Federal N° 15 de Río Gallegos hasta Trelew, recorriendo 1.100 kilómetros, para luego abordar un avión privado que lo condujo al establecimiento para recibir atención médica.
Tal como anticipó este medio, en la audiencia por el hábeas corpus del viernes, grabada en el Juzgado Federal, el Servicio Penitenciario había argumentado que no podía trasladarlo al hospital Samic de El Calafate, a unos 300 kilómetros de Río Gallegos. Un allegado al empresario expresó a La Opinión Austral: “Es una vergüenza total.”
Fuentes judiciales y del Servicio Penitenciario Federal (SPF) confirmaron que el interno ahora dispone de una celda individual con baño y ducha, por motivos vinculados a su estado de salud.
El ingreso se produjo alrededor de las 11 de la mañana, tras un traslado combinado por tierra y aire, realizado mediante un vuelo privado del Estado Nacional destinado a operativos especiales. En todo el recorrido, Báez estuvo acompañado por personal médico que supervisó su condición.
Allegados indicaron que la prioridad en la atención fue tratar el sangrado que lo aqueja hace días y posibles complicaciones intestinales. Un cuadro de salud que ya había sido advertido por su defensa. El traslado de Báez fue dispuesto en carácter de urgente por el juez de ejecución penal, Néstor Costabel, después de que el juez federal Claudio Vázquez ordenara su derivación a raíz de su preocupante estado de salud.
“Técnicamente desaparecido”
La representación legal de Báez, encabezada por los abogados Lucas y Yanina Nicoletti, denunció el sábado una “situación de gravedad institucional” al desconocer el paradero de su cliente. Afirmaron que el operativo se habría concretado sin resolución firme y mientras aún tramitaban recursos judiciales.
“Esto no solo vulnera garantías procesales básicas, sino que remite a prácticas de épocas que creíamos superadas”, sostuvo Yanina Nicoletti en diálogo con La Opinión Austral. Por su parte, Lucas Nicoletti remarcó que “técnicamente estaba desaparecido” durante varias horas del sábado.
El Servicio Penitenciario Federal evitó brindar detalles acerca de la logística, pero aclaró que se trató de un procedimiento de seguridad previsto por protocolo, y que Báez permaneció bajo custodia permanente durante todo el trayecto.
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