El sobredimensionamiento de la estructura en la UTE Represas Patagonia se acentúa, mientras Integración Eléctrica Argentina SA permanece acéfala. La indefinición podría ampliar el personal en stand by en 200 personas.

En la última semana, La Opinión Austral alertó sobre el riesgo de ralentización del
ritmo de obras en las represas hidroeléctricas “Cóndor Cliff – La Barrancosa”
ante la acefalía ?de echo- en la que ha caído Integración Eléctrica Argentina SA (IESA). Encaminándose al
tercer mes de la llegada de Alberto Fernández a la presidencia de la Nación, la Secretaría de Energía continúa sin nombrar al ejecutivo responsable
de conducir la estatal.
Se trata de un síntoma
que se repite en varias compañías, ligada al sector energético.  

El escenario generó que los frentes nuevos
de trabajo, a pesar de haber cumplido con las exigencias técnicas, demoren en
su reactivación, ya que el circuíto administrativo está interrumpido ante las
indefiniciones de IEASA. Se trata de un cortocircuito clave en UTE Represas
Patagonia, IEASA es comitente
de las funciones, competencias, derechos y obligaciones en el aprovechamiento
hidroeléctrico de rio Santa Cruz, la obra pública de mayor peso de la República
Argentina.

Estructura
empresarial

Los plazos se dilatan y la presión de los desocupados
crece día a día, buscando ser incluídos en el sector productivo provincial.
Así, el sobredimensionamiento de la estructura de Represas -se trabaja en forma
intensa en unas de ellas- no deja de resonar en cada rincón de la provincia.

Por su parte, la Unión Transitoria de
Empresas, ve reducido el margen de maniobra y el empresariado considera que el
camino a seguir es la ampliación del personal en stand by en 200 personas. Se
trata de una práctica conocida en diferentes sectores industriales del país. La
mano de obra es dejada “en espera” en sus domicilios particulares, cobrando un
porcentaje de sus salarios. Caso contrario, habrá cesantías. De hecho, LOA supo que este esquema se implementa
en Cóndor Cliff.

Las consecuencias de la ralentización del
ritmo de obra generan un impacto mayor, si se considera que -tras la derrota
electoral de Mauricio Macri- la toma de mano de obra regresaría a los niveles
previstos, ayudando a contener la desocupación.

La esperanza de los obreros de la
construcción se activó tras la visita de la vicepresidenta Cristina Fernández, a
fines de enero último. Se trató de la señal política más clara que dio el
gobierno de Alberto Fernández para reactivar los labores, pues también estuvo
la gobernadora de Santa Cruz e intendentes y legisladores provinciales.

En la última semana, LOA precisó que en la represa Jorge Cepernic (La Barrancosa) hay
1.125 personas ocupadas, mientras que en la Néstor Kirchner (Cóndor Cliff) se
contabilizan 948. Ambos proyectos generan 2.075 puestos de trabajo, el sector
de mayor contratación de mano de obra. Sin embargo, se trata de menos de la
mitad del total de oportunidades que se ejecutará a lo largo del desarrollo del
proyecto, previsto en 5 mil obreros.

Ante este escenario, IEASA estira el compás
de espera y continúa acéfala desde diciembre. Se recuerda que Claudia Mundo
abandonó la dirección de la compañía para asumir en el Instituto de la Vivienda
de la Ciudad de Buenos Aires, mientras que su vicepresidente, Alejandro Fontán
Balestra, a fin de año se incorporó a Mercado Libre. Desarmado el directorio,
permanecen dos de los cuatro ejecutivos, pero sin ningún poder de decisión
real. Desde entonces, el organismo concretó tres asambleas con el objetivo de avanzar
en los nombramientos, pero no hubo acuerdo. Fuentes consultadas por este medio
aseguraron que rige un cuarto intermedio por 30 días.

En este mes de espera, los obreros de la
construcción buscan evitar un conflicto ante la demanda de trabajo de sus bases
urgidos de desempeñarse en el mundo laboral. Asimismo, crece la inquietud entre proveedores locales y
nacionales que pugnan por un desenlace positivo que reactive su desempeño. Así
es que además de los aspectos técnicos, ahora se suman las posibles
inconsistencias financieras. ¿Hasta dónde podrá la UTE mantener la estructura sobredimensionada?, es la
incógnita que sólo será resuelta por IEASA.

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