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El gobierno de Santa Cruz junto al de Chubut mantuvieron un encuentro para coordinar acciones para el avistamiento responsable de la ballena Sei, una especie que ha vuelto a poblar las costas patagónicas gracias a la prohibición de su caza.
Bárbara Klimisch, directora de Ambiente de Santa Cruz, representó a la provincia en la reunión con su par chubutense, funcionarios municipales, investigadores, entre otros participantes, realizado en Caleta Olivia.
Durante la jornada, se avanzó en la coordinación de lineamientos comunes para la realización de los estudios de impacto ambiental, requisito clave para iniciar las actividades turísticas vinculadas al avistaje. Si bien cada provincia posee su legislación, habrá un trabajo en conjunto para “exigir lo mismo”.
“El recurso no conoce de límites, por eso el cuidado, la preservación y el desarrollo sostenible deben darse desde ambas provincias”, sostuvo Klimisch en diálogo con Radio LU12 AM680 Río Gallegos, al destacar la necesidad de una mirada regional en la gestión del recurso natural. El convenio prevé la elaboración de estudios de impacto ambiental, la regulación del tránsito marítimo y la formación específica de guías y pilotos náuticos para garantizar un avistaje responsable, sin interferir con el comportamiento de los cetáceos.
Según explicó la funcionaria, las ballenas sei —a diferencia de la ballena franca austral— toleran la presencia de embarcaciones si estas mantienen una velocidad reducida. “Las imágenes satelitales y los estudios muestran que se acercan naturalmente cuando no se altera su entorno. Ya hay antecedentes de coexistencia incluso con otras actividades como la pesca o la explotación petrolera”, explicó en su entrevista con “La Decana de la Patagonia”.
La propuesta, que toma como referencia la experiencia pionera de Chubut en avistajes, busca consolidarse como un modelo de desarrollo turístico con fuerte base científica y ambiental. Las embarcaciones deberán estar registradas, los guías serán capacitados y habrá controles diarios sobre la capacidad de carga de las zonas costeras.
En ese sentido, marcó que “cada especie tiene una metodología de avistamiento distinta” y que los equipos técnicos de ambas jurisdicciones trabajan en conjunto, con las localidades involucradas: Caleta Olivia, por Santa Cruz; y Rada Tilly y Comodoro Rivadavia, por Chubut.
Paralelamente, la Dirección de Ambiente tendrá una mesa de trabajo sobre el manejo costero integrado a fines de agosto, en el que participarán organismos provinciales, Prefectura y municipios de litoral.
“Esta estrategia federal busca aunar esfuerzos previos, consolidar una línea de base y fortalecer el desarrollo de nuestras comunidades costeras. La Universidad Nacional de la Patagonia Austral trabaja con nosotros para generar estrategias sobre ese documento”, agregó Klimisch.
“El proyecto es bello, pero también requiere técnica, regulación y compromiso colectivo. Es un recurso único, y la mejor forma de abordarlo es entre todos: provincias, municipios, ONG y universidades”, concluyó Klimisch.
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