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Santa Cruz avanza en la reactivación de las obras de las represas sobre el río Santa Cruz, con la inminente llegada de representantes de la empresa china Gezhouba, encargada de llevar adelante la construcción de las represas hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz.

El ministro de Energía y Minería, Jaime Álvarez, detalló en una entrevista con LU12 AM680 la agenda de trabajo de la compañía, la estrategia para el abastecimiento de insumos y una mirada de la provincia ante la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China.

Encuentro

El ministro Álvarez recordó que Gezhouba ya ha enviado “los telegramas a los trabajadores para ver la disponibilidad de los mismos” y está en proceso de “comprando insumos como cemento”.

Sobre esto último, el gobierno provincial está gestionando para que el cemento provenga de Petroquímica Comodoro Rivadavia para reactivar y dar mayor impulso a la cantera y la fábrica de cemento de Pico Truncado, así como al transporte que se requiere para llevar la carga hasta las represas.

En los próximos días -diez días aproximadamente- se espera la llegada de una delegación china a la provincia, la cual trabajará con UOCRA y con las autoridades locales.

La represas “Jorge Cepernic” es la más avanzada del complejo hidroeléctrico sobre el río Santa Cruz.

El objetivo es claro y urgente: “comenzar a trabajar cuánto antes”.  Álvarez recordó que la obra “debería haber estado terminada hace años ya generando energía y repagando el crédito” tomado en el convenio país-país entre Argentina y China. La meta inicial es generar “esos 360 MW” en la primera etapa, correspondiente a Barrancosa, para luego avanzar con una segunda etapa con Cóndor Cliff.

El ministro detalló que la reactivación se da tras la parálisis de la obra desde junio del año 2023.

La gestión del gobernador Claudio Vidal, tras asumir el 10 de diciembre de ese año, dio un “fuerte impulso” que incluyó reuniones con la embajada, un viaje a China para reunirse con los empresarios y gestiones con el Gobierno Nacional y las autoridades de ENARSA.

El cronograma de trabajo actual implica dar cumplimiento a licitaciones y la convocatoria del personal, además de “reactivar el mantenimiento de todas las instalaciones” y “poner en funcionamiento todo el equipamiento que se encuentra parado casi hace dos años”.

Álvarez advirtió que son “diferentes etapas” y existe “mucho trabajo previo” a que se inicien las obras propiamente dichas, dada la magnitud del proyecto.

La tapa de La Opinión Austral del 19 de julio con la firma del memorándum.

Estados Unidos vs China 

Abordando los “rum rum de pasillo” sobre la supuesta presión de Estados Unidos (tras la reunión de Javier Milei con Donald Trump en Casa Blanca) para que Argentina se aleje de China, Álvarez reconoció que existe un “claro alineamiento de Argentina, de la administración actual de Argentina con Estados Unidos, es claro y visible”.

Sin embargo, trazó una línea divisoria: este alineamiento solo afectará los “proyectos nuevos”, en los que seguramente los países asiáticos “no van a estar incluidos”.

La situación de las represas y el swap, es distinta, pues son “créditos que ya están en funcionamiento y que hay que pagarlos” bajo el “convenio marco entre Argentina, convenio país-país firmado entre Argentina y China”.

El ministro calificó de “imposible” la idea de dar marcha atrás con lo firmado, ya que obligaría al país a poner “4.700 millones de dólares” más los intereses, por una obra que no genera dividendos.

Subrayó que “tampoco hay dólares” en el país, que no tiene “20.000 o 30.000 millones de dólares para devolver a China”. El impacto sería doblemente negativo, pues “de no terminarse esta obra, no va a haber fondos para repagarla” y Argentina debería pagar el crédito “más los intereses de los diputados al momento”.

 

 

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