Luego de una reunión, los representantes legales de la Municipalidad de Río Gallegos y la empresa Maxia, llegaron a un acuerdo para poner en marcha el transporte público de pasajeros.  Tal como lo adelantó La Opinión Austral, la empresa cede siete unidades y da otras cinco en alquiler, que serán puestas a punto por el propio personal, teniendo en cuenta que llevan meses a la intemperie.

 

 

Ahora restará la confirmación del acuerdo por parte del juez Marcelo Bersanelli, tras lo que el representante del Municipio, José Luis Gómez, podrá retirar las unidades de la base ubicada en calle Bark, tarea que realizará junto a un representante de la Justicia.

 

 

Vale señalar que hasta tanto no mejore la situación sanitaria y que los decretos habiliten el funcionamiento del transporte público de pasajeros, la Municipalidad de Río Gallegos no podrá poner en marcha el transporte público. Resaltaron además que la totalidad de los trabajadores de la empresa están cobrando sus haberes en tiempo y forma, tal como había quedado establecido por resolución judicial.

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En principio, los colectivos funcionarán con cabecera en la Terminal de Ómnibus y ahora están a la búsqueda de un lugar para el resguardo de las unidades y con capacidad para hacer los trabajos de mantenimiento que requieren luego de tantos meses sin funcionar.

 

 

El acuerdo establece que Maxia otorgará las unidades que estén en mejores condiciones, por lo cual se espera que se trate de service y reparaciones menores, lo cual significa que rápidamente se podrá contar con colectivos listos para salir a la calle.

 

Este acuerdo es por tres meses, destacando Gómez que en ese tiempo se espera haber cumplido con todos los pasos de la licitación pública y ya contar con una nueva empresa de transporte. Al respecto, se informó que ya fueron comprados varios pliegos y que hay un claro interés de empresas de distintos puntos del país de hacerse cargo del servicio en Río Gallegos.

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